Los delitos cibernéticos están a la orden del día y bajo las más diversas modalidades. La creciente tecnología que ayuda a hacernos la vida más fácil, también es aprovechada para delinquir y requiere de una atención extrema porque las estafas amenazan ocultas a través de las redes.
Lo que le pasó a Gastón Abarrategui, como a otras tantísimas personas, es prueba de ello. Lo extraño, como la misma víctima señala, es que un banco reconodido, una entidad financiera importante, no cuente con las mínimas medidas de seguridad para impedir una estafa millonaria.
Abarrategui relata su padecimiento, un problema más para un laburante en esta Argentina plagada de robos en todas las formas posibles:
El pasado lunes 04/09 por la mañana quise dar de baja el servicio netflix, busqué en google algún número para comunicarme y viendo el primer anuncio, lo agendé en Whatsapp, enviando a dicho número un mensaje pidiendo dar de baja el servicio.
Siendo las 14:30hs del mismo lunes, recibo un llamado del mismo número, cuyo operador simulaba ser uno real de Netflix, quien primeramente me pidió bajar una aplicación en mi celular llamada ‘quick support’ para hacerme creer que vinculaba el telefóno al televisor, ordenándome que colocara mi celular con la pantalla hacia abajo cerca del mismo. En dicha aplicación aparecia un número id, que pidió que se lo pasara, ya que le permitia poder seguir los movimientos que realizaba en mi celular. Me dijo que iba a demorar unos minutos y lo que iba a hacer era desvincular el servicio a mi cuenta.
Pero no fue asi, este supuesto asesor, mientras me distraía con información falsa como su nombre, número de trámite y un número de operación finalizada, accedió a mis cuentas bancarias y viendo que no tuvo dinero para transferirse, solicitó un préstamo de $3.128.400 a pagar en 72 cuotas de $450.000, el cual fue otorgado de inmediato y transferido a siete cuentas en menos de una hora. La cuota de dicho préstamo supera mis ingresos.
Me di cuenta de lo que había sucedido porque cuando terminó la comunicación, realicé un llamado al Banco Galicia consultando si el servicio se habia dado de baja, recibiendo un no, como respuesta. Fue ahí cuando me dí cuenta que se trataba de una estafa. De inmediato me dirigí a hacer la denuncia policial, indignado y angustiado pensando y preguntándome ¿qué entidad bancaria, sin documentación, otorga de forma online un préstamo donde la cuota supera los ingresos?