El último domingo de agosto el Hospital Garrahan trasplantó con éxito el corazón a un niño de 4 años, el hígado a una beba de un año y el pulmón a una adolescente de 13.
Gracias a la donación de los órganos de una criatura de Junín, con un gran despliegue logístico y la articulación de distintas áreas de soporte y de los equipos en quirófano, el hospital pediátrico nacional ejecutó tres intervenciones de la más alta complejidad.
El grupo de WhatsApp de Trasplante Hepático del Garrahan se activó el sábado 26 a las 16:58: Probable operativo para una paciente de 12 meses con atresia biliar decía el primer mensaje.
La comunicación se extendió al mismo tiempo entre cirujanos cardiovasculares y pulmonares, anestesistas e instrumentadoras. La donación multiorgánica, proveniente del Hospital Interzonal de Junín, permitiría al Hospital Garrahan trasplantar en simultáneo a tres pacientes.
Doce horas después, tras un operativo que incluyó viajes en avión entre CABA y Chacabuco y despliegue de ambulancias, y requirió la presencia de un equipo de casi 100 personas, además de los equipos de soporte, el hospital llevó adelante tres intervenciones que permitieron implantar un corazón a un niño de 4 años, el hígado a una beba de 1 año y el pulmón a una adolescente de 13.
La donante fue una adolescente de 14 años que sufrió un aneurisma cerebral. Tras la aprobación de la familia se realizó la ablación del corazón, pulmón, riñón, páncreas, hígado, córnea y riñones. Hasta ahora, tres pacientes recibieron órganos de la joven, por lo que aún restan más menores que se beneficien con transplantes de esta juninense.
“En primer lugar, agradecer y valorar la solidaridad de una familia que frente a un hecho trágico como es la muerte de un ser amado trasciende al acto de donar los órganos y decide ayudar a otros niños, niñas o adolescentes”, destacó la presidenta del Consejo de Administración del Hospital Garrahan, Gabriela Bauer, y agregó “en segundo lugar, reconocer la dedicación, el esfuerzo y la actitud de las maravillosas personas del hospital que se articulan de inmediato en equipo para hacer posible este resultado”.
Bauer valoró además “la importancia de la Ley que promueve la donación de órganos y la tarea de procuración que impulsa el INCUCAI como organismo clave para que todo esto se produzca”.
“No es la primera vez que el Hospital lleva adelante una triple intervención en simultáneo y eso habla de una continuidad y representa un orgullo para nuestra institución y un verdadero hito para la salud pública pediátrica de la que formamos parte y trabajamos para sostener y mejorar todos los días”, expresó Patricia García Arrigoni, directora médica ejecutiva.
Como siempre que se inicia un operativo de trasplante, lo más importante es asegurar la logística para que, como un mecanismo de relojería, cada quien ocupe su lugar a la hora señalada. A esa complejidad habitual, en este caso, se sumó el volumen de los equipos de profesionales y técnicos por la simultaneidad de trasplantes que permitió la donación multiorgánica.
Desde que se produce la ablación de los órganos hasta su implante, el tiempo de isquemia fría para un corazón o pulmón es de cuatro horas, mientras que para el hígado ese tiempo puede extenderse entre 24 y 36 horas. El hecho de que el donante proceda, en este caso, de un hospital de la localidad bonaerense de Junín, requirió que un equipo del Garrahan se trasladara hasta allí en avión a realizar la ablación para regresar de inmediato y trasplantar a los tres pacientes previamente preparados.
“Tener la disponibilidad de reunir a todo ese personal, que es muy importante, en equipos diferentes, hacerlo en forma simultánea en tres quirófanos y contar con casi 100 personas un fin de semana en que la mayoría debe dejar sus compromisos, familia, cumpleaños, para acudir al llamado, es algo que nos enorgullece y valoramos como equipo”, expresó el jefe de Cirugía Cardiovascular, Trasplante Cardíaco y Cirugía Vascular Periférica, Pablo García Delucis.
Para el trasplante cardíaco, que se desarrolló en 4 horas y 50 minutos, se utilizó un corazón más grande porque el paciente receptor tenía hipertensión pulmonar, algo que fue evaluado junto a la jefa del área clínica del servicio, la doctora Dora Haag. La intervención no difirió de una práctica habitual para el equipo, aunque sí hubo profesionales de esta área colaborando en el trasplante bipulmonar que requirió el uso de bombas de inflación extracorpórea y se prolongó por seis horas.