Romina Ferrón es enfermera del Hospital Municipal de Arrecifes, trabaja en el área de Pediatría, y el último sábado por la tarde le tocó vivir una situación extrema:
“Estaba tendiendo la ropa en casa cuando escucho alaridos desesperantes. Salgo a la calle y encuentro a un hombre sacudiendo a una criatura. Salgo corriendo a ver qué le había pasado; era una beba, pensé se había ahogado con algún objeto. Me decían que la salvara. Le comienzo a hacer RCP (Resucitación Cardiopulmonar), con desobstrucción de las vía aéreas, pero no había esperanzas. La nena no tenía signos vitales, no respiraba. Estaba sin vida, estaba muerta…”, relató la protagonista de esta historia en Radio Zero (100.3).
“Seguí tratando de salvar esa vida y rogando que Dios nos ayude. Después de unos minutos de respiración boca a boca y masajes, siento que me aprieta los labios; me di cuenta que empezó a respirar con mucha dificultad. Fue un momento muy duro, muy difícil, tratando de devolverle la vida y luego mantenerla hasta que venga la ambulancia. La llevamos a la guardia de Pediatría para seguir asistiéndola con la complejidad que tenemos y luego la derivamos al Hospital San José de Pergamino, acompañada por un médico; allí quedó internada en Terapia Intensiva”, completó Romina esta situación que la convirtió en heroína.
“Me comentaron que la nena tiene 1 año y 8 meses. Su abuelo estaba con ella y creo que en un momento se le escapó, por lo que alcancé a escuchar. La verdad es que me ocupé en tratar de salvarla y no me interioricé en más nada. Doy gracias a Dios por haberla podido salvar y por haber elegido esta profesión que me permite servir al prójimo, especialmente a los niños. Yo soy madre, tengo dos hijos, y esta nenita podría haber sido uno de los míos”, reflexionó la enfermera.