“No tengo nada que ver, me hicieron una cama”, dice el juez federal Martín Poderti, acusado de robarse 144 monedas de oro que estaban secuestradas en el Banco Nación. Según consta en el expediente, Poderti está acusado de haber ingresado 19 veces a la sucursal de San Isidro de esa entidad. En cada visita, tenía que presentar su DNI y firmar una planilla. Pero hay más. De esos 19 ingresos, cinco fueron mientras estaba de licencia.
El caso trascendió el último miércoles, cuando Poderti fue allanado en su despacho, en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata. El operativo se concentró en el despacho de Poderti. La Policía tenía la orden de secuestrar monedas de oro o documentación relacionada, dinero en efectivo, celulares, computadoras, tarjetas SIM y cualquier otro objetivo vinculado a la causa. Y hasta de requisar al juez acusado.
Apenas terminó el allanamiento, Poderti se subió a su auto, que también había sido registrado, y se fue a Buenos Aires.
A esa hora, ya se habían allanado cuatro domicilios ubicados en Hipólito Irigoyen al 1100 (Vicente López), Cosme Becar al 100 (San Isidro), Ituzaingó al 2700 (Tigre), y en el piso 19 de “Torres del Golf”, un exclusivo complejo ubicado en la zona de Playa Grande, en Mar del Plata. En ninguno aparecieron las monedas.
Por las circunstancias del caso, el juez que ordenó los operativos, Emiliano Canicoba, puso en conocimiento a los jueces federales de turno de San Isidro y Mar del Plata, al presidente del Tribunal Oral de Mar del Plata, y hasta al Consejo de la Magistratura, que todavía no tomó ninguna decisión.
LAS MONEDAS SON DE UN INOCENTE
Las monedas de oro habían sido secuestradas en 2017 en el marco de la causa ‘Sancho’, que tramitó primero en el Juzgado Federal 1 de San Isidro y luego en el Juzgado 2, a cargo de Lino Mirabelli. Gustavo Sancho fue condenado a mediados de 2023 por liderar una banda narco que entraba cocaína al país en avionetas. El dueño de la monedas, en cambio, terminó absuelto en ese mismo juicio por falta de acusación fiscal, y se ordenó que le devolvieran las monedas.
El trámite de “devolución” se demoró casi un año. Recién el 9 de abril de este año, cuando Poderti ya cumplía funciones en Mar del Plata, el actual secretario del Juzgado Federal 2 de San Isidro, Matías Pietronave, fue a la caja 8-44 de Banco Nación y descubrió que las monedas habían desaparecido. Inmediatamente se comunicó con el Juzgado y se labró un acta.
Adentro de la caja también había lingotes de oro y relojes de alta gama, pero nadie los había tocado. Solo faltaban las monedas.
“DEVUÉLVANME LAS MONEDAS”
El dueño -un asesor financiero acusado por supuestos contactos con una persona ajena a la banda de narcos- venía reclamando la devolución de sus cosas desde mediados del año pasado, cuando quedó firme la absolución. Es más, su abogado, Marcelo Rochetti, visitó el Juzgado hace pocos días. En ese momento, la investigación del robo, a cargo del juez Canicoba y del fiscal Paul Starc, ya estaba en secreto de sumario.
Apenas trascendió el escándalo, Rochetti se presentó en el expediente y pidió ser querellante. “Las monedas fueron compradas durante la década del 80? y del 90?. Mi cliente tiene toda la documentación”, le dijo el abogado a Infobae.
Según el expediente judicial, son 59 piezas de oro, representando moneda “KRUGERRAND”; 28 piezas de oro “ESTADOS UNIDOS MEXICANOS”, representando 50 pesos mexicanos; 54 piezas de oro, representando moneda libra (soberano); 2 piezas de oro, representando moneda CIEN SOLES – PERÚ; y 1 pieza de oro, representando moneda (100 Yuanes). En total, eran 144 monedas que tendrían un costo aproximado de USD 200 mil.
Fuente: Infobae