Según se conoció por testimonios de vecinos, en la tarde/noche de este viernes se generó una situación atípica en distintos barrios de la ciudad. Y bastante misteriosa.
Una vecina de Palermo comentó: “De golpe apareció merodeando las calles un muchacho rubio, de acento español. Es parecido a un cantante medio famoso que no sé cómo se llama, pero llamó la atención por eso. Dio vueltas y vueltas caminando, iba y venía, hasta que un compañero de trabajo mío lo paró y le preguntó quién era. El tipo respondió que no se acordaba su nombre. Parecía no estar bien, tener algún problema mental. Era creíble que no se acordaba, no daba la sensación de que estaba simulando”.
Y continuó el relato: “Cuando le preguntamos qué andaba haciendo dando tantas vueltas, dijo ‘estoy buscando a Camila’. Y al preguntare quién es Camila, no respondió e interrumpió pareciendo recordar el nombre de él, porque de golpe dijo ‘Juan Antonio’… Pensó un minuto y dijo ‘Ahí está, Juan José’ me llamo”.
“Le dijimos que si estaba tan desorientado, que se dirigiera a la repartición policial, pero contestó que no porque lo iba a ir a buscar un candidato a concejal de nombre Santiago”, añadió la señora de barrio Palermo.
“Por ahí apareció una chica que no vimos nunca por esta zona. Aparentemente era la tal Camila. Andaba con unas planillas y una birome en la mano, como si estuviera haciendo una encuesta. Quería parar a gente que pasaba caminando pero nadie le daba bola. Los dos salieron caminando: adelante iba esta chica morocha, joven, muy bien vestida; y atrás iba el supuesto Juan José siguiéndola como un perrito, sin perderle pisada”.
Los vecinos agregaron que “una chica que es moza en un bar dijo que la noche anterior los había atendido, habían ido a cenar. Y lo que le pareció llamativo es que pidieron una botella de vino para cada uno. Él tomó toda la suya y ella ni tocó la que pidió para ella; también dejó lleno su plato de comida. Y dijo que la chica en un momento se levantó, fue al baño, vomitó y volvió como si nada. Y de golpe se fueron”.
“Mientras la moza nos estaba contando esto, nosotros los estábamos mirando que iban y volvían por la calle delante de nosotros. Y la chica, si bien seguía intentando parar gente que caminaba por el lugar y nadie se detenía, anotaba igual en su planilla. Ya habían pasado varias horas y ellos seguían ahí. Pero de golpe, y delante de nuestra vista, desaparecieron. Es como si se hubieran esfumado. Una cosa increíble. No los vimos más ni supimos más de ellos.