Siete personas murieron y tres resultaron heridas en un choque frontal entre dos autos ocurrido a las 20.30 del domingo en el kilómetro 23 de la ruta 18, en inmediaciones de la localidad de Acebal.
Las víctimas fatales, todas oriundas de Pergamino, viajaban en un automóvil Renault 19 rojo que se incendió tras la colisión. En el otro vehículo, un Volkswagen Voyager gris, se trasladaba un matrimonio con su hija. El hombre, apellidado Lancanesi, sufrió una quebradura de cadera. Junto con su mujer y su hija de corta edad (las dos con heridas menores) fue trasladado al hospital de Emergencias de Rosario. Se encuentran fuera de peligro.
Bomberos de Acebal y policías que acudieron en auxilio de las víctimas precisaron que el choque de los dos autos fue frontal, aunque aún no se han determinado las características del accidente.
“Estamos muy cerca de Acebal, a raíz de tener llamados nos acercamos al lugar y cuando llegamos nos encontramos con dos autos que chocaron de frente, con la desgracia de que uno se prende fuego con siete personas en su interior”, precisó el jefe de bomberos de esa localidad, Juan Taborda. “En el otro vehículo el conductor sufrió una quebradura de cadera, la mujer tiene golpes varios y la criatura que viajaba con ellos no tuvo heridas de consideración”, aseguró.
Dos de las personas que viajaban en el Renault (que en una primera instancia se dijo que integraban una misma familia, aunque luego no se pudo confirmar), fueron despedidas del vehículo por efecto de la violenta colisión y fallecieron a un costado de la ruta que une las localidades de Rosario con Pergamino.
El Renault circulaba por la ruta 18 de Pergamino a Rosario, mientras que el Volkswagen lo hacía en sentido inverso.
Todavía no se pudieron determinar la causas del luctuoso accidente ni las identidades de las víctimas fatales.
El choque ocurrió en un tramo recto donde la ruta está bien señalizada y la visibilidad es buena, así como el estado de la carpeta asfáltica. Cabe señalar que en esa zona se registra un intenso vehicular.
Los automóviles quedaron prácticamente destrozados, lo que denota la violencia de la colisión, aunque los mayores daños estructurales los evidencia el Renault, que terminó su carrera sin control a varios metros de la cinta asfáltica, sobre el pasto.
No se sabe todavía por qué se incendió puesto que, según se indicó en un primer momento, no estaba equipado con sistema de combustible de gas natural comprimido.