El Arrecifes Automóvil Club y distintos amigos hicieron entrega a la familia de Beto D’Angelo de reconocimientos a su incansable trabajo en el automovilismo y, fundamentalmente, a su gran calidad humana.
Fue este domingo, en el Circuito Costanero, donde se corrió una nueva fecha de las categorías de Fedenor.
“Entre tanta tristeza, fue muy gratificante lo que vivimos en el Costanero. Los saludos y cálidas palabras recibidas de tantos amigos que mi viejo cosechó en los años que disfrutó de su pasión, el automovilismo, me llenan de orgullo del papá que tuve y que sigue presente entre las anécdotas y el rugir de los motores”, manifestó Cecilia D’Angelo.
Absolutamente merecido. Un gran tipo que hace poco nos dejó.