Después de luchar durante años y con muchísima fuerza y fe contra una traicionera enfermedad, Noelia Zungri falleció este sábado al sufrir un derrame cerebral ante el que ya nada podía hacer.
Como siempre, acompañada por su incondicional pareja/amigo/amor Nicolás González (un fenómeno, que jamás se despegó de ella) y por su familia, la querida Noly dejó de sufrir y partió hacia donde Dios la llevó, encontrando la paz que los seres especiales merecen.
Una multitud acompañó el velatorio de sus restos en la Cochería Ametller, lo que demuestra el gran cariño y respeto que los arrecifeños sentían por ella; fueran amigos (tenía muchísimos) o simples conocidos. Lo mismo ocurrió en el sepelio el domingo al mediodía en el Cementerio municipal.
En lo particular, Noly fue una eficiente y fiel colaboradora de este grupo periodístico, trabajadora como pocos y con una enorme capacidad. Pero más allá de eso se convirtió en una amiga “de fierro”, de esas personas que lamentablemente no abundan.
Para nosotros, como para miles de arrecifeños, su partida provocó un gran dolor; pero también el consuelo de que haya encontrado la paz. El sufrimiento que atravesaron ella y su familia fue demasiado.