En una sociedad chica como la arrecifeña, donde casi todos nos conocemos, la mayoría de las pérdidas humanas afectan a gran parte de la población. Pero hay algunas que duelen más, que pegan más fuerte, fundamentalmente cuando se trata de personas que en su vida han dejado marcas en la comunidad.
Es el caso de Daniel Luis Ponassi, quien falleció este lunes a los 64 años de edad, tras luchar todo lo que pudo contra una enfermedad incurable.
El querido Daniel fue profesor de educación física de miles de chicos de Arrecifes, que no sólo recibimos sus conocimientos cuando éramos alumnos de la escuela o disfrutamos de las colonias de vacaciones, de pequeños, sino que nos formamos en el deporte gracias a él. Pero lo más importante que nos dejó el profe más apreciado de nuestra ciudad, fue su bonhomía, su conducta, su don de gente.
Tomando la posta de su padre, Daniel fue -junto a su hermano Roberto- un empresario luchador, honesto, que supo sobreponerse a momentos difíciles para sostener la tradicional firma “El Changuito”. Y un padre de familia ejemplar, admirable.
Hay personas que nos dejan y merecen que, al menos, unas pocas palabras perpetúen su memoria. Daniel Ponassi, sin dudas, es una de ellas.