Gerardo Scicolone corrió tres de los cuatro Dakar que se largaron desde la Argentina. En 2010 y 2011 navegando a José Luis Di Palma y este año, haciendo lo propio con Norberto Fontana.
Ya con mucha experiencia en el tema (fue, además, navegante de rally durante muchos años y ha corrido en cross-country), Chiche tiene autoridad para opinar y lo hace sin vueltas, detallando los insólitos contratiempos que debieron afrontar con Fontanita en el equipo de la promocionada Legión Argentina-Speed Agro, corriendo con la VW Amarok.
“Me hago cargo de lo que digo, porque fue realmente como lo cuento. Hubo cosas increíbles. Así no se puede ir a correr”, destaca Scicolone, uno de los titulares de la firma SF Comunicaciones.
“La cosa ya venía mal de entrada. Los hermanos Barattero y la gente de Jackos hicieron un trabajo bárbaro sobre las camionetas, pese a que se las entregaron tarde. Pero no se llegaron a terminar. Nosotros terminamos de armarla en Mar del Plata, para pasar la verificación técnica. Encima, en la verificación administrativa nos encontramos con que no teníamos mecánicos habilitados. Había que pagar para ello y lo hizo el propio Fontana; si no, no corríamos”, sorprende contando el navegante arrecifeño.
Además, aseguró que “si el equipo quería, hubiéramos seguido; las roturas eran perfectamente reparables, pero no hubo voluntad”. Entre otras cosas, sostuvo que “no teníamos los repuestos mínimos indispensables para un Dakar” y que “los hermanos Di Palma estaban diez veces más equipados que nosotros, porque hicieron las cosas como debían”.
Scicolone dijo estar muy conforme en lo deportivo, ya que ni él ni Norberto fallaron (“es un piloto y un profesional admirable”), pero sí en cuanto al equipo, señalando además que “estaba claro que la figurita era el Pato Silva; nosotros no recibíamos la misma atención que él”.
La entrevista completa a Gerardo Scicolone, en la edición impresa de Diario NOTICIAS del próximo viernes.