Un Techo Para Mi País es una organización no gubernamental liderada por jóvenes voluntarios, con presencia en 19 países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. La institución trabaja junto a familias que viven en asentamientos urbano-marginales, para que a través de un esfuerzo en conjunto puedan mejorar su calidad de vida.
Esta conocida ONG, en la Argentina está integrada por miles de jóvenes de todo el país, de entre 18 y 30 años, consustanciados con el trabajo solidario y comprometidos con la difícil realidad de mucha gente necesitada de ayuda, contención y, fundamentalmente, oportunidades de integración social.
Entre ellos hay dos arrecifeños que cumplen una importante tarea, absolutamente destacable no sólo por el trabajo directo que realizan sino por el convencimiento y la preocupación que ponen de manifiesto. Los hermanos Franco (23) y Rosina Perrone (25) decidieron enfrentarse cara a cara con la realidad de las familias que viven en la marginalidad y no mirar para el costado. Por eso, como integrantes de UTPMP, visitan las villas, los asentamientos, comparten la difícil situación de esa gente y los ayudan a construir sus casas.
Rosina, estudiante de Radiología a punto de recibirse, cuenta su experiencia personal:
“Yo me metí por mi hermano, Franco, que un día me llevó a acompañarlo como voluntario a una construcción. Fue hace un año, en octubre de 2010, y de allí no me pude despegar de esta causa. Es muy fuerte, muy sensibilizante, vivir las necesidades de la gente en el propio lugar. La necesidad de ayudarlos se apodera de uno. Y es muy gratificante poder hacerlo”, sintetiza.
La entrevista completa en la edición impresa de NOTICIAS de esta semana.