Tal como lo habíamos anticipado, Villa Sanguinetti sabía que podía; su plantel y cuerpo técnico sentían que era posible no despedirse del Torneo Regional Federal Amateur sin una victoria. Y este domingo la consiguieron, en la última fecha de la Zona 7 de la Región Pampeana Norte.
En el Estadio Municipal Pablo Zabaleta, el equipo de Arrecifes le ganó 3 a 2 a CUSA de Salto, con goles de Leandro Martinez, Matías Frattino y Lorenzo Curulli. ¿Un premio consuelo al terminar último en el grupo? Puede ser, pero es más que eso si se contextualiza lo hecho por el equipo dirigido por Martín Díaz.
Se sabe que nuestra Liga de Fútbol no tiene el nivel de la de Salto, que cuenta con un profesionalismo y un poderío económico mayor, entre otras cosas. Mucho menos se acerca la de Pergamino, las dos ciudades con las que le tocó compartir zona.
En la primera ronda, Villa perdió contra sus tres rivales. ¿Era lógico? Sí. ¿Era para estar conformes? No. Pero ni Juventud ni Defensores ni CUSA pudieron ganarle por más de un gol, en dignas actuaciones de nuestro representante.
En la segunda rueda el Rojo ya pareció más adaptado a un torneo que supone otra exigencia: empató con Juventud, que terminó invicto y clasificado con comodidad. Luego, Villa sumó otro punto al empatar como visitante con Defensores, quitándole al Loro la posibilidad de pasar de ronda, y anoche cerró su participación ganándole a CUSA, para también dejarlo afuera.
El conjunto arrecifeño quedó sólo a un punto de los equipos saltenses y con una diferencia de gol de menos dos. Ninguno de los tres se clasificó. Si nos fijamos sólo en que Villa finalizó último en su grupo, lo hecho en este certamen no es bueno. Si analizamos el contexto, no fue para nada malo.
POSICIONES FINALES