Este domingo 22 de octubre se llevan a cabo las elecciones generales para decidir el próximo presidente de la Argentina y a su vicepresidente. Sin embargo, puede suceder que haya un balotaje -o segunda vuelta electoral- si no se dan ciertas condiciones.
Para que se consagre un nuevo Presidente electo este domingo, el candidato más votado debe alcanzar el 45% de los sufragios afirmativos emitidos.
Si eso no se produjera, el ganador de la primera vuelta deberña obtener un mínimo del 40% y una diferencia mayor a 10 puntos porcentuales respecto del segundo.
Si ninguno llega al 40%, sea cual fuera la diferencia con el segundo más votado, se habilitará el balotaje entre los dos candidatos que reunieron mayor cantidad de votos.
Este sistema electoral rige desde la reforma de la Constitución Nacional del año 1995, establecido en los artículos 97 y 98. El balotaje tiene que realizarse dentro de los 30 días posteriores a la elección general.
OBLIGACIÓN DE UN NUEVO DEBATE
Según la normativa 19.945, los candidatos tienen la obligación de debatir antes de las elecciones y, en caso de que haya balotaje, debe realizarse dentro de los 10 días anteriores a la fecha de la segunda vuelta.
Por eso, en caso de que haya balotaje, se realizará un nuevo debate presidencial. Está programado para el 12 de noviembre y del mismo participarán solamente los dos candidatos que sacaron mayor cantidad de votos.
ELECCIONES QUE NO SE DEFINIERON EN PRIMERA VUELTA
En 2003, tras las elecciones generales en las que se impuso Carlos Menem, éste debía ir a la segunda vuelta con Néstor Kirchner pero decidió renunciar a su candidatura al reunirse todo el arco opositor a favor de Kirchner. Por eso no fue necesario el balotaje.
En 2015 se llevó a cabo el primer balotaje en la Argentina. En la segunda vuelta de esas elecciones, Mauricio Macri resultó ganador ante Daniel Scioli por menos de tres puntos porcentuales.