En los primeros días de noviembre, hace casi un mes, se instaló un nuevo juego infantil en la rotonda del Balneario Municipal. Sin embargo, no se sabe por qué, aún no se ha habilitado.
Esto provocó que la gente que no respeta esa zona cercada, permita a sus hijos que lo utilicen igualmente. Claro que para evitar ello, lo más correcto hubiera sido instalarlo e inaugurarlo.
Pero el problema ahora parece ser mayor. Vecinos que han observado el estado de la denominada “base espacial grande”, han advertido una falla insólita en la colocación del juego.
Uno de los toboganes rectos en rulo, que desciende de una altura mayor a dos metros, se encuentra en su salida pegado al piso con cemento (literal). No tiene el desplazamiento del piso correcto y encima sale a una carpeta de concreto donde caerían los chicos al tirarse por el mismo.
En la manera en que está instalado, no puede utilizarse bajo ningún aspecto porque provocaría lesiones en los niños: en sus piernas, en sus brazos o en la cabeza, según la ubicación en la que bajen por el tubo. Al salir, se trabarían. Y ni hablar de que no pueden caer sobre la capa de concreto porque se rasparían.
Puede ser que falte amortiguar el piso con una capa de arena, pero al estar pegado al suelo tampoco hay nivel para tirar arena, ya que se metería dentro del tubo. De la mejor forma que se lo analice, no se entiende semejante falencia.
En las fotos de bajo mostramos la colocación de juegos similares en otras ciudades (correctamente, y sobre césped) y la insólita que se ha decidido en Arrecifes.