Queridos comerciantes:
En la ciudad de Arrecifes se da un fenómeno muy particular.
Las denuncias cruzadas entre comerciantes y vecinos esta siendo cada vez más frecuente, creo que esta pandemia sacó afuera toda la podredumbre de una sociedad hipócrita plagada de celos, bronca y frustraciones personales que en vez de tratarlo con terapia hacen catarsis denostando al que labura, pero eso sí, no les tiembla el pulso a la hora de juntarse a comer asado con sus amiguitos. Particularmente me llevan derechito a fundirme, ya que no hay forma que pueda competir con los Super.
Entonces ahí: esta sociedad justa, sin manchas, moralmente perfecta, una sociedad que se caracteriza por no quebrantar ley alguna, va a estar contenta ya que se hace justicia y en un día no muy lejano van a señalarme como ejemplo de un tipo que tiene lo que se merece por andar quebrantando la ley. Y se alegrarán cuando tenga que vivir de dádivas de una bolsa de alimento que me pueda dar el estado, cuando tenga que suplicar para que me ayuden a pagar la luz, pero ellos los perfectos los que nunca se atreverían a decirle al contador que truche la facturación, los ejemplares que jamás tocarían el medidor para pagar menos de luz, ellos los que nunca serían capaz de llenar sus vehículos de bebidas para festejar cumpleaños ( a buen entendedor pocas palabras) es posible que yo una persona imperfecta plagada de errores no encaje en esta sociedad tan pura, perdón por ser tan mala gente de querer laburar.
Sepulcros blanqueados decía el maestro, hermosos por fuera pero en su interior están llenos de podredumbre, me ofrecen agua en pleno desierto pero me matan el camello.
Definitivamente no encajo en esta sociedad.
Jorge Córdoba