Un tipo alegre, generoso, siempre disfrutando de la vida, tanto que pensábamos que este momento nunca le iba a llegar. Y menos tempranamente. Por eso la conmoción en la comunidad de Arrecifes, en todos los sectores, desde los más altos a los más humildes.
A los 61 años de edad, falleció “El Negro” Gabriel Acosta. Y nos parece increíble. En la noche de este martes se encontraba haciendo su trabajo de todos los días: vendiendo sándwiches, golosinas y gaseosas en los micros que se detienen en la parada de la ruta 8. No importaba la lluvia, no importaba el feriado…
El Negro sufrió un repentino paro cardiorespiratorio que obligó a su traslado al Hospital Municipal. Pero ya nada había para hacer. Muerte súbita, se le llama técnicamente. Muerte injusta si las hay, le llamaríamos nosotros desde el alma.
Gabriel Acosta fue uno de los defensores más dotados técnicamente que haya dado el fútbol local; luego, y hasta hace poco, entrenador. Fue actor, poeta y amante del arte en todas sus disciplinas. Pero por sobre todas las cosas fue un ser humano maravilloso, un militante de la familia y las amistades.
Por eso el dolor de muchísima gente, por eso el luto de toda una ciudad. Por eso el insulto que se escapa irremediablemente al enterarnos de la tristísima noticia. ¡La puta madre! Y si queda un consuelo, es que la viviste con todo y siempre con alegría. El abrazo a la distancia, Negro, y el cálido acompañamiento a tus familiares y tus seres más cercanos.
Los restos de Gabriel Acosta son velados en Cochería Nuevo Sendero, en Av. Molina y España.