Comienzan los primeros calores y llega la época de disfrutar del sol. Sin embargo, en esta época resulta fundamental cuidar nuestra piel de los rayos ultravioletas.
La exposición prolongada y sin protección al sol puede causarnos muchos problemas. Entre ellos, se encuentran el envejecimiento prematuro, la aparición de manchas y el cáncer de piel.
Afortunadamente, existen diversas formas de cuidarnos, especialmente en la temporada de primavera y verano, que es cuando la exposición a los rayos ultravioletas es más dañina. En esta nota, repasamos cinco consejos para proteger nuestra piel del sol.
- Utilizar protector solar siempre
Es importante incorporar el uso del protector solar en nuestra vida diaria. Generalmente, se asocia al momento de tomar sol o cuando vamos a la playa o a una pileta. Sin embargo, es recomendable utilizarlo todos los días.
Para la vida diaria se recomienda un protector factor 30, que permitirá retrasar la aparición de manchas y arrugas. En el caso de los niños o bebés, es importante proteger su piel con factores superiores a 50. Estos se pueden pedir en cualquier delivery de farmacia.
- Hidratarse regularmente
La hidratación es clave para el cuidado de nuestra piel. Además de tomar las cantidades necesarias de líquido, también podemos reforzar con la utilización regular de cremas hidratantes.
Es importante incorporar rutinas de cuidado de nuestra piel. Por esta razón, es recomendable hidratar nuestra piel por las mañanas así como también incorporar agua y jugos naturales a nuestra dieta habitual.
- Elegir ropa adecuada
Otro consejo para cuidar nuestra piel del sol es el de utilizar prendas adecuadas. Con esto nos referimos, por ejemplo, a optar por telas livianas, de colores claros, que no atraigan la luz del sol. En lo posible, se recomienda utilizar mangas largas, para evitar la exposición innecesaria.
Además, es recomendable utilizar sombreros que protejan nuestra cara de los rayos y anteojos con filtro solar para cuidar nuestra vista. La ropa es un recurso muy importante a la hora de proteger nuestra piel del sol ya que evita la exposición directa a sus rayos.
- Tomar sol con precaución y en horarios recomendados
El sol nos provee de la vitamina D, que es muy importante para nuestros huesos y dientes. Sin embargo, es fundamental tomarlo con precaución y en horarios recomendados. Por ejemplo, entre las 11 y las 16 los rayos ultravioletas son más peligrosos.
Por eso, es importante no exponernos y, cuando lo hacemos, cuidarnos con protector solar. Es recomendable tomar sol a la mañana temprano o a la tarde cuando los rayos son menos fuertes.
- Incorporar cuidados post solares
Luego de un día de sol, si estuvimos expuestos, es importante tomar una buena ducha que nos ayude a remover los residuos de arena, sal, cloro o protector. Después, es recomendable aplicarnos productos post solares.
Estos geles o cremas nos ayudan a hidratar la piel luego de la exposición al sol. Además, nos aportan una sensación refrescante que aliviará los síntomas de ardor producto de las quemaduras del sol y ayudarán a asentar el bronceado.