La polémica suscitada entorno al robo a la forrajería “El Rey del Bosque”, donde en imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del comercio se observa una inacción policial, podría provocar el alejamiento del comisario Sergio Barceló de la Jefatura Distrital de Policía de Arrecifes.
Recordamos que en esa filmación se observa al delincuente dentro de la forrajería y a un patrullero arribando al lugar. Los dos efectivos que se movilizaban en él no descendieron del vehículo y se los muestra hablando con una persona, para luego alejarse, mientras el chorro seguía adentro. Luego del robo, el malviviente (menor de edad) fue detenido por otro móvil policial.
No obstante, las fuertes declaraciones públicas del propietario de “El Rey del Bosque”, Gustavo Ríos, asegurando que la Policía le liberó la zona y le robó junto a los delincuentes, generó un escándalo de magnitud que llegó hasta los medios nacionales. Y si bien Ríos “salvó” al comisario Barceló, asegurando que en él confía, al ser la máxima autoridad policial local es muy probable que tenga que dejar su puesto.
Si esto ocurre, sería un gran perjuicio para la ciudadanía de Arrecifes. Más allá de la inacción de dos policías en ese robo (están separados de la Comisaría local mientras se investiga su actuación en el hecho), es un error generalizar y mucho más desencadenar la salida de Barceló.
Hace mucho tiempo que nuestra ciudad no tenía un comisario tan comprometido, dedicado y eficiente. Por su forma responsable de trabajar y también por ser un vecino de Arrecifes, ciudad donde nació y vive con su familia, siempre le ha puesto su capacidad y también la cara y el cuerpo a situaciones complicadas, dedicándole a su función las 24 horas del día y encabezando procedimientos, arriesgando su vida ante la dura lucha contra la delincuencia.
Y si se va Barceló es probable que nos manden, como ya hemos tenido, algún reemplazante del Gran Buenos Aires, de esos que vienen sólo para cumplir y los fines de semana se van tranquilos a su ciudad a descansar con su familia.
Sin dudas, la comunidad arrecifeña se verá perjudicada, no sólo por perder a una gran autoridad policial sino por la pérdida de confianza que se ha generado (infundadamente) en una Policía arrecifeña que venía trabajando bien, más allá de la falla de dos efectivos que no cumplieron correctamente con su deber. Los chorros, contentos.