Este verano en Arrecifes y en buena parte de la Argentina vivimos una gran invasión de mosquitos, que no solo causaron la molestia habitual sino que sumaron preocupación por el contagio del dengue. No obstante, la lógica indicaba que con la llegada del frío estos insectos desaparecerían; pero extrañamente no fue así.
Pese a la presencia de una ola de frío en la provincia de Buenos Aires, el hdp del mosquito no se va; incluso parece incrementarse día a día.
La invasión de mosquitos en espacios públicos y en viviendas que tienen patio con pasto, permanece y no hay repelente que los ahuyente: la picadura parece inevitable.
Ante esta inquietud de la sociedad, en RADIO UNO 107.1 consultaron a Gustavo Gené, especializado en desinfecciones y referente del área de Bromatología y Zoonosis de la Municipalidad de Arrecifes:
“Desde el CONICET se informó que estamos en presencia del mosquito austral, que soporta temperaturas de hasta 5ºC. En épocas de frío como ésta, los mosquitos deberían haber desaparecido, pero a nuestra zona llegó esa variante”, explicó Gené. Y añadió que “son mosquitos bastante más grandes, aunque nos dan la tranquilidad de que no son vectores de contagio del dengue, chikungunya ni zika; sólo pueden producirnos picaduras molestas”.
Respecto de la forma de combatirlos, aseguró que es casi imposible: “Las fumigaciones no tienen sentido porque no duran. Yo las he realizado en forma particular en algún patio, por la mañana, y a la noche los mosquitos ya aparecen de nuevo. Son más resistentes que los comunes”.
Pese a ello, aseguró que cuando el frío se intensifique, deberían desaparecer o resguardarse dentro de los hogares, donde son más fáciles de eliminar con insecticidas: “Ellos buscan el calor, por eso también se vienen sobre nuestros cuerpos, que emanan temperaturas de más de 35 grados”. Por el momento, debemos seguir aguantándolos.