Cuando aparece una noticia de carácter sensible en Arrecifes, lo primero que quieren saber muchos es la identidad de la víctima. Se da ahora en casos relacionados con coronavirus y, lo que es peor aún, hasta en hechos de violaciones.
“¿Por qué no dan el nombre?”, preguntan en forma inquisitoria en comentarios debajo de las noticias. Y otros directamente exigen: “Nombre”. La última, en el caso de sospecha de coronavirus, es pedir también el domicilio…
El argumento que utilizan estas personas es “para saber de quién debemos cuidarnos”. O “para ver si estuvimos en contacto con esa persona o con personas que estuvieron en contacto con esas personas”. Parece un trabalenguas. Y es algo parecido: es un trabamentes.
Estas excusas son tan ridículas como no aceptar que preguntan de chusmas o por el morbo mismo. O inclusive por esa maldad inentendible de pueblo, de “escrachar” a una persona (como ya ocurrió con esta pandemia), de hacérsela pasar aún peor de lo que la está pasando.
No necesitás saber quién se hizo un análisis porque, si es para cuidarte, tenés que cuidarte de todos. Hasta de vos mismo. Hoy no se sabe quién puede portar el virus. Lo portan también personas sanas y sin síntomas.
En el caso de hoy las autoridades están informando como corresponde: con mesura y respeto. No lo hicieron así en el primer caso, reconocieron el error y se disculparon.
Entendemos que deberíamos preocuparnos más por ser responsables ante esta pandemia: cuidarnos, salir menos, cuidar al otro. Y aprovechar este aislamiento para revisarnos un poco nosotros mismos, personalmente, y tratar de ser menos crueles y mejores personas. Es buen momento para eso.