Hugo Borrell, presidente frigorífico arrecifeño ubicado en Pérez Millán, anunció que la planta deja de trabajar ante la imposibilidad de solucionar un conflicto gremial que generó medidas de fuerza desde hace un mes.
“Me encuentro con un problema que no puedo resolver. Hoy lamentablemente tengo que informarles que ArreBeef ha dejado de funcionar. ArreBeef no va a trabajar más. A esta decisión la he tomado yo con una gran pelea familiar”, dijo Hugo Borrell (73), mediante un megáfono saliendo a poner la cara ante cientos de trabajadores en un clima tenso, regresando al frigorífico luego de un año a causa de la pandemia.
El de ArreBeef no es un conflicto de los que pueden darse habitualmente entre empresa y empleados. Ni siquiera es un problema entre empresa y empleados. Se genera en una interna gremial.
Ocurre que la mayoría de los trabajadores de ArreBeef no se siente representado por Sindicato de Trabajadores de la Carne de la zona norte, cuyo titular es Luis Pérez, uno de los gremialistas “atornillados” a su cargo desde hace décadas.
Los empleados de la planta frigorífica se quejan de excesivos descuentos y de que no se los defiende como corresponde. “Pérez arregla él con la empresa y que los trabajadores nos jodamos”, consideró Juan Marcelo Cardoso, exdelegado del Sindicato, empleado referente de esta protesta que se inició a principios de febrero y que la última semana volvió a parar la producción de la planta.
El Sindicato de Trabajadores de la Carne debió llamar a elecciones el año pasado, pero por la pandemia se suspendieron. Luego Pérez las prometió para febrero y tampoco… Las elecciones están suspendidas hasta septiembre. Y la gente se levantó.
¿Qué puede hacer ArreBeef ante esto? Poco y nada. Solamente intentar dialogar para apaciguar los ánimos. No puede meterse en el gremio ni poner ni sacar a nadie. Como empresa está obligada por ley a negociar salarios y condiciones de trabajo con el Sindicato legalmente constituido. O sea, con Luis Pérez.
Mientras tanto, y más allá de lo razonable o no del reclamo de los trabajadores, desde hace un mes se ve seriamente afectado porque la paralización de actividades le impide cumplir contratos, exportaciones, y le causa un perjuicio económico y de producción muy difícil de sostener.
Por eso Hugo Borrell dijo encontrarse ante un problema que no puede resolver. Y por lo último señalado es que también decidió el cierre de ArreBeef.
El frigorífico de capitales arrecifeños ha sido un ejemplo de trabajo en el país durante casi un siglo, y se ubica entre los tres más importantes de la Argentina. Hoy, con más de mil empleados es la empresa que literalmente le da vida a la localidad de Pérez Millán y es la inyección económica más fuerte con que cuenta el partido de Ramallo. Su cierre, incluso, se sentirá en otras localidades del norte de la provincia, entre ellas Arrecifes.
¿Si hay vuelta atrás en la decisión? Borrell dijo que no, pero ojalá que la haya. Un mal sindicalista, un gremio abusivo y la falta de una política seria en este sentido, no tienen derecho de causar semejante daño.