Esta tarde la Municipalidad de Arrecifes informó la confirmación de otro caso positivo de coronavirus en nuestra ciudad. Se trata del sexto en esta nueva etapa de contagios, llegando a un total de nueve desde el inicio de la pandemia, con los tres primeros ya recuperados.
Los números en Arrecifes respecto del Covid-19 son buenos dentro de la situación de la región y del país en general. Pero la realidad es muy preocupante producto de la mala y muchas veces errónea información, que a esta altura y por la gravedad del tema que se trata, se convirtió en irresponsable.
La Municipalidad informa una cosa y la comunidad sabe que es otra. Sencillamente porque los mismos protagonistas (gente con síntomas o contactos directos con casos positivos) lo hacen saber, especialmente a los medios de comunicación.
Ayer oficialmente se dijo que se había activado el protocolo por cuatro casos en estudio. Y no se informó que había al menos diez casos sospechosos más que fueron a realizarse el hisopado en forma privada porque en el Hospital Municipal no se lo hacen si no tienen síntomas.
Hoy al mediodía reconocen esa situación comunicando que se recibieron ocho resultados de los testeos privados (de un total de 13 efectuados). Y a la tarde comunican este nuevo caso positivo, que ya se conocía por la propia persona que contrajo la enfermedad.
LO QUE NO SE DICE Y ES PREOCUPANTE
Entendemos que la comunidad debe saber y ser plenamente consciente de la gravedad de la situación epidemiológica en Arrecifes, más allá de los pocos casos confirmados. El positivo de esta tarde constituye un cuarto eslabón en la cadena epidemiológica. Es decir: el trabajador arrecifeño de Granja Tres Arroyos que se contagió en Capitán Sarmiento contagió a un familiar. Esta familiar contagió a otra persona y al resultado reciente se contagió de esta última. Esto significa que el virus se ha diseminado y está circulando en nuestra ciudad, y no sabemos hasta dónde.
MONDINO Y MONINA CONTRA TODOS
La Municipalidad de Arrecifes no ha reforzado el área política de Salud pese a la pandemia. Todas las responsabilidades recaen en su titular, Dr. Carlos Mondino, a quien llaman los más de cien aislados en la ciudad y todos los que tienen dudas. Y el pobre Dr. Mondino se encuentra totalmente desbordado pese a su reconocida capacidad.
El director del Hospital Municipal, Dr. Santiago Monina, lo acompaña codo a codo y también casi ni duerme. Pero esto no es suficiente.
El desconcierto de la población es muy grande y existe mucha preocupación. Ya no se sabe cuántos testeos se hicieron, cuántas personas con síntomas hay, cuántas recurrieron a hisopados privados, mientras el virus sigue circulando y Mondino y Monina tienen que atajar esta lluvia con dos tenedores.
Los profesionales de la salud, preparados para atender los casos que se presenten pero no responsables del manejo político de la crisis, están tanto o más preocupados que los vecinos.