Obras se consagró campeón del Clausura de primera división de Arrecifes al ganarle por penales a Sportsman de Carmen de Areco. El global terminó 1 a 1, definido por el gran ídolo azulgrana en su último partido: Pitu Lette inventó un penal que no fue y lo convirtió.
Si algo le faltaba a Obras Sanitarias era este título para coronar el gran trabajo que se viene haciendo desde hace años en lo institucional, casi el mismo tiempo en el que se le negaban los resultados deportivos.
En el balance de las dos finales (la que ganó Sportsman en Carmen y la de este viernes para Obras en Arrecifes, ambas por 1-0) no se puede hablar de merecimientos, porque los dos finalistas dejaron todo hasta el final y
el título pudo ser para cualquiera.
En este partido de
vuelta no se sacaron ventajas en el juego. Fue trabado, muy peleado, muy duro, con escasísimas llegadas a los arcos y con el Azulgrana haciéndole perder a Sportsman su línea de juego atildado en base a lucha y despliegue. Claramente, los carmeños priorizaron sostener la diferencia que traían de la primera final eligiendo pegarle para arriba y sacar la pelota lejos de su área antes que correr riesgos haciéndola circular por abajo.
Y lo iban logrando, hasta que el árbitro Darío López perdió las riendas del partido y todo se tornó confuso. Hubo un gol para Obras que el referee anuló por supuesta falta sobre el arquero. Luego no cobró un penal para el visitante y, cuando se jugaban tres minutos de descuento y se mantenía el 0 a 0, el ingresado Javier Lette se metió al área y fabricó un penal, tirándose sin que nadie lo toque. El mismo Pitu, en su partido despedida del fútbol luego de 200 goles y una indiscutible idolatría, lo cambió por gol.
En la definición por penales hubo que llegar a diez ejecuciones, que se definieron con una enorme atajada de Pato Luján para darle el título a un Obras Sanitarias lleno de pibes, de nuevas figuras del club sostenidas por la experiencia del Melli Marcelo Álvarez, de Danielo Ramos (la figura junto con Fabricio Bustamante), de Pitu Lette, de Federico Martell y la indiscutible conducción de Alfredo Gabilondo, el mejor técnico de Arrecifes que suma un campeonato más en su haber.
FINAL CON INCIDENTES
Los jugadores de Sportsman terminaron fuera de sí y yéndose sobre el árbitro López, que terminó custodiado por la policía para evitar agresiones. Fue lógica la indignación de los carmeños, que se sintieron despojados del título por ese penal sancionado cuando corrían tres minutos de los cinco adicionados. No esperaron la premiación y se fueron a los vestuarios. Quedó solo el técnico, Cristian Fortina, un señor y un gran entrenador, saludando a los ganadores con hidalguía también en su último partido como DT.
FINAL CON EMOCIÓN
La contracara se veía en la gente de Obras, que llenó el Estadio y volvió a mostrar lo que sienten por el Azulgrana. Desde la joven dirigencia hasta los históricos, los símbolos del club del barrio Las Flores. Los Lette, los Di Rado, los Gabilondo, los Muñoz, uniéndose en lágrimas de emoción al entrar a la cancha a compartir el festejo con los jugadores. Obras se merecía esta alegría. Sportsman no merecía perder así.