Walter Martínez se consagró campeón de la Monomarca 128, tras una apasionante definición en el autódromo de Colón.
El título del arrecifeño es merecidísimo, no sólo por lo hecho en esta temporada sino por su constancia y progreso en el automovilismo zonal a través de los años. En más de una oportunidad le había pegado en el palo, y esta vez se le dio con el excelente auto que le entregaron Calá y Subías, con Hugo Balbo en los motores.
El Gringo la peleó mucho, desde siempre. Y si bien llegó a Colón adelante en el torneo, el gran trabajo de su rival por el título, el también arrecifeño Matías Trosset, le complicó seriamente las cosas.
Luego de la clasificación y las series, Trosset se ponía en igualdad de condiciones en el torneo con Martínez y encima largaba primero la final. El que llegaba adelante era campeón. El Gringo partía desde el quinto lugar y con la obligación de pasarlo.
Cada uno hizo su carrera a la perfección. Matías manteniendo la punta y Walter avanzando, pese a que un despiste lo retrasó aún más, colocándolo noveno.
Pero la suerte del campeón estaba del lado de Martínez, ya que a Trosset comenzó a desinflársele un neumático y llevaba el auto como podía. Hasta que no pudo aguantar más a sus perseguidores y se fue retrasando. Uno de los que lo superó fue Martínez, para alzarse definitivamente con el título en base a un manejo agresivo y sólido.
Walter llegó tercero y Matías, 13º. Mérito para los dos.
Foto: Puesta a Punto Digital.