No son pocos los vecinos de Arrecifes que han hecho llegar sus quejas cada vez que personal de Litoral Gas pasa por los domicilios a controlar el consumo.
Las puertitas de la casilla donde se alojan los medidores son dañadas y en algunos casos hasta sacadas del empotrado de cemento que sostiene el marco; cuando no, abolladas o dejándolas abiertas.
“Ya van tres veces que tengo que arreglar la puerta este año”, reclamó un vecino. “Cada vez que pasan, me la rompen. No se toman el trabajo ni de abrirla con cuidado. Ya me tienen cansado”.
Si uno presta atención, a simple vista, es raro encontrar una cuadra con servicio de gas natural que no muestre daños en las puertitas de las casillas cada vez que se controla el suministro.