La Cámara de Senadores de la Nación se aprobó este jueves, en sólo 48 segundos, un aumento de sus dietas que llegarán a más de 7 millones de pesos mensuales.
Este robo legalizado a la gente que paga sus impuestos, se hizo a sabiendas de que era vergonzante. Primero, el senador Juan Carlos Romero le pidió a la presidenta de la Cámara, Victoria Villarruel, el tratamiento del tema sin decir de qué se trataba. Luego, algunos legisladores no se animaron a levantar la mano porque conocían de antemano que los votos alcanzaban para aprobarlo y otros, como Martín Lousteau, disimularon mirando para el costado y apenas asomando su mano izquierda.
El Senado de la Nación emplea el 91% de su presupuesto en pago de sueldos y tiene 5.000 empleados para 72 senadores. Es una auténtica vergüenza, una muestra de que la clase política que nos gobierna -en general- atenta contra la subsistencia de los argentinos y que, así, este país, no tiene salida.
La bronca e indignación de la población es casi unánime. Mientras se les pide a quienes producen y pagan impuestos un esfuerzo enorme, ellos se siguen llevando cada vez más la plata que es de todos. Y son de todos los partidos, porque nadie abrió la boca en la sesión y porque al aumento lo van a cobrar todos.
INTENTO DE MARCHA ATRÁS
La Libertad Avanza y el PRO anunciaron que presentarán proyectos para retrotraer el aumento de las dietas de los senadores. Lo anticiparon ambos bloques luego de la aberración de ayer. Entre las dos fuerzas juntan 13 senadores. Veremos qué ocurre.