Cada vez más vecinos tienen que ir a pedir a la Municipalidad para poder subsistir.
En estos días el patio interno del Palacio Municipal es un desfiladero de personas esperando para ser atendidas. Pero no en una oficina en particular ni para un trámite habitual. Cuando se consulta ¿por qué hay tanta gente?, la respuesta es “vienen a pedir”.
Este martes, por caso, unas 20 personas aguardaban que se abriera la puerta de la Secretaría Privada del intendente Javier Olaeta a fin de hacerles saber de sus distintas y variadas necesidades. Y esa cantidad de vecinos iba rotando.
¿Qué es lo que piden? Todos van con necesidades básicas: que se los ayude con el pago de la luz, del gas, comida, remedios, pañales, algún alquiler que no alcanzan a cumplir y están por ser desalojados…
Esta política económica a la que estamos sometidos los argentinos desde hace cuatro años nos ha llevado, en muchos casos, a tener que perder la dignidad e ir a pedir dádivas para continuar subsistiendo. La Municipalidad de Arrecifes ayuda a todos los que puede, pero también es parte de una gestión de Cambiemos a la que siguen defendiendo y que aplica la política de la dádiva, del tener que agradecer si les ayudan a comer o a tener luz.
Muchos que no tienen estas necesidades, cuestionan: “¿Por qué en lugar de pedir no van a trabajar?” Y entre los que piden hay de todo, pero la mayoría trabaja y muchos con labores estables. Pero por grupo familiar reúnen en promedio unos $ 15.000 al mes y tienen que pagar la mitad en tarifas, más los remedios, más la comida, más la ropa y los útiles de los chicos, más un alquiler… Explíquennos cómo hacen.