Este Año Nuevo confirmó que los argentinos, y en especial los arrecifeños, no tomamos conciencia de nada y no tenemos respeto por nada. Pese al debate instalado y a las campañas insistiendo con el daño que causa la pirotecnia sobre todo en animales y personas autistas, a las 00:00 de este 1 de enero, Arrecifes estalló en estruendosos cohetes por todos lados. Y las explosiones duraron hasta pasadas las 00:30.
Por las redes sociales no tardaron en hacerse conocer muchísimos casos de perros perdidos, de animales lastimados en su desesperación por huir de lo que para ellos es altamente tormentoso y demás.
UNA ORDENANZA RIDÍCULA
Para aclarar, una confusión que existe en mucha gente: en Arrecifes no existe ley u ordenanza prohibiendo ni la venta ni el uso de la pirotecnia. No existe lo de pirotecnia cero. Lo que aprobaron los concejales es una ordenanza ridícula de permitir la pirotecnia hasta 82 decibeles, que no tiene sentido porque no puede ser aplicada y es imposible de ser controlada. Está a la vista. Lo hicieron para sacarse el tema de encima y no comprometerse demasiado.