Luego de realizar una nutrida manifestación y sentada pacífica frente a la Comisaría de Arrecifes, la importante cantidad de gente que se sumó a la manifestación por el crimen de Keila, la beba en gestación de cinco meses que falleció producto de golpes recibidos por su mamá, se trasladó hasta una vivienda donde residiría el acusado de este gravísimo hecho.
La decisión de dirigirse hacia ese lugar, el Ocariz casi Dorrego, se adoptó al escuchar al secretario de Seguridad, Emilio Pattini, que el agresor (del que no se brindó oficialmente la identidad) fue capturado por la policía pero debió ser liberado porque la Ayudantía Fiscal de Arrecifes consideró que “no hay elementos para detenerlo”.
En ese lugar, a las 21:00 de hoy, las personas manifestantes mantienen la calle cortada a la espera de la llegada del ayudante fiscal, Dr. Alfredo Iglesias, de quien reclaman su presencia.
De la casa de la persona acusada salieron familiares y manifestaron que no saben dónde se encuentra.