Tal como se preveía, la inflación de julio fue alta. De acuerdo a lo anunciado este jueves por el INDEC, fue de 7,4 por ciento, la más alta en 20 años. De acuerdo a la consultora MyR Asociados, los precios de alimentos y bebidas se ubicaron algunos escalones por debajo del IPC Nacional.
“Desde hace tiempo, sigue siendo notorio el impacto de los servicios (salud, transporte, HyR y ahora energía) y de las prendas de vestir y calzado que siguen persistentemente por encima del nivel General”, analizaron.
Por su parte, el CEPA fue un poco más allá y consideró que el mayor impacto fue por el precio de los alimentos. “La renuncia del hoy ex ministro Guzmán fue aprovechada por sectores formadores de precios para remarcaciones significativas y arbitrarias que pretendieron justificarse en problemas de “cobertura” por las restricciones impuestas sobre el acceso a dólares para importaciones (dada la decisión del BCRA). Desde el 4 de julio, las grandes empresas enviaron listas de precios actualizadas y redujeron o limitaron entregas, amenazando con desabastecer (en el mes, el TC mayorista se movió sólo al 4,8%)”.
En este sentido, el “efecto guerra”, que había tenido mucha importancia en los meses previos mostró un comportamiento inverso. “Si tomamos como referencia los datos publicados por FAO, se observa que en el mes de junio se había empalmado al ciento por ciento el impacto de incrementos de precios internacionales sobre los productos alimenticios en la Argentina. En julio, en cambio, los precios internacionales (considerando la variación del TC) mostraron una retracción de 4% pero los precios locales aumentaron 6% (y 7% los que incluyen insumos de los principales cultivos exportables)”
Los precios de la carne vacuna moderaron su incremento. Esto favoreció a que los precios de alimentos no mostraran un incremento aún mayor. Los rubros Restaurante y hoteles y, Prendas de vestir mostraron un sensible incremento interanual de casi 90,6% y 96,7% respectivamente.
En cuanto al dólar, para CEPA, en julio el tipo de cambio oficial se movió 4,8% (punta a punta). “Aunque se mantuvo el ritmo de mayor aceleración implementado desde diciembre último, el valor quedó por debajo de la inflación (no hubo modificaciones sensible sobre el TCRM). En los primeros 8 días de julio se devaluó 1,8%. El Ministro de Economía descartó una corrección del TC”.
En cuanto a las tarifas de agua, luz y gas, tanto en quita de subsidios como en la aplicación de las medidas relacionadas con ahorro de energía, tendrán impacto recién desde septiembre; mientras que en transporte, el boleto de los colectivos y los trenes del AMBA aumentó 40%.
En el tema salud, se autorizaron aumentos a las empresas de medicina prepaga a partir de agosto del orden de 11,34% bimestral. Hubo acuerdo con los laboratorios: aumentarán un punto por debajo de la inflación de julio y agosto.