Entre todos los pilotos arrecifeños que corrieron este fin de semana en el automovilismo nacional, el que más se destacó es el menos promocionado. El que la mayoría ni sabía que corría. Es que él mismo hasta pocos días antes tampoco sabía que corría.
Stefano Di Palma corre muy poco, demasiado salteado, porque no tiene medios para hacerlo y la pelea como puede. El menor de los hijos de José Luis y Liliana camina y camina buscando algunos amigos que le den una mano y le permitan juntar el dinero para correr, muy cada tanto. Sin embargo, cuando logra subirse, casi fuera de actividad y sin entrenamiento, Fefo anda bien, muy bien, demostrando sus condiciones.
Eso ocurrió en la séptima fecha de la Fórmula Metropolitana, este fin de semana en La Plata, cuando Stefano volvió a correr y anduvo todo el fin de semana adelante, coronando su gran actuación con un podio en la final, llegando tercero entre pilotos que corren siempre.
Es una verdadera pena que este digno representante de la Dinastía y de Arrecifes, un pibe humilde y querible, no pueda tener continuidad. Condiciones, le sobran. Medios, le faltan. Pero cuando le dan algo para manejar, se destaca.