El experimentado periodista especializado, de larga trayectoria en diferentes medios nacionales, nos regala su visión de este Campeonato Histórico de Pilotos de Arrecifes que “se corre por Twitter” a través de la cuenta @NotiArrecifes.
Escribe Marcelo Vivo, actual relator de las categorías de la ACTC por la TV Pública.
LOS DOS A LA FINAL
En estos tiempos de pandemia y cuarentena hemos visto el nacimiento de campeonatos virtuales de todo tipo, algunos muy ingeniosos y divertidos como el de las líneas de colectivos o series de Netflix.
El automovilismo argentino, que espera pacientemente -o no tanto- el reinicio, no podía estar ausente de esta compulsa que ayuda a matar el tiempo, ejercitar la memoria o simplemente elegir. Entonces Arrecifes se lanzó a proponer este campeonato de pilotos nacidos en la Cuna de Campeones que nos pone en una encrucijada: cómo definir quién es el mejor. Imposible.
Cuando uno repasa los nombres y de movida te recibe Froilán González en una llave con su tío Julio Pérez y en la otra tenés que resolver entre el primer campeón argentino de TC, Ángel Lo Valvo, y “Sandokan” Marincovich. Como si esto fuera poco, en uno de los “cuartos” había que votar entre Carlos Pairetti y Néstor Jesús García Veiga; cómo hacerlo si “Il Matto” le confió el Trueno Naranja al “Nene”. Sería una herejía, ¿no? Esto solo por citar algunos casos.
El asunto es que a la final llegan dos grandes, el Loco y Agustín. Y quién ganará, ¿cómo saberlo?, ¿quién se impondrá y por qué?
En este duelo generacional se mezcla la nostalgia de los veteranos con la actualidad de alguien que logró tres campeonatos consecutivos de TC, más aquel de 2010 para ser un “Tetra” y estar metido en la historia más grande en apenas una década. Lo único seguro es que no compitieron entre ellos.
Tuve la suerte de verlos a los dos. Di Palma ganador en todo, hacedor de sus propias armas; ése que nos hizo vibrar con sus hazañas y preguntar tantas veces hasta dónde podría haber llegado si hubiese desarrollado un camino internacional.
Canapino, que nació de los simuladores, en cuanto se sentó en un auto de carrera empezó un camino imparable que cinco años más tarde le hizo ganar su primer título de Turismo Carretera.
Hace más de 50 años, una computadora hizo pelear virtualmente a Rocky Marciano, campeón mundial pesado que se retiró invicto, frente al inigualable Muhammad Alí. Ambos ensayaron sus mejores golpes y con la data incorporada al ordenador NCR 351, el resultado fue que Marciano vencería por KO en el round 13. Un adelanto a los tiempos actuales. Bueno, Julio Verne imaginó los viajes espaciales hace 150 años.
Sería genial inventar una carrera entre Rubén Luis Di Palma y Agustín Canapino. Ambos ejecutarían sus mejores maniobras y habría que cargar una infinidad de datos para tal vez llegar a una conclusión aceptable. Mientras tanto, los dos a la final. Los dos están en la historia con total justicia.