Pareciera que en la Argentina no somos capaces de organizar nada correctamente. Como ocurrió con el velatorio de Diego Maradona, en menor medida, ahora todo se desbordó en el recibimiento al plantel de la Selección Argentina que ganó el Mundial de Fútbol en Qatar.
Los jugadores pusieron toda su predisposición para el encuentro con el público, pero tres ministerios de seguridad juntos (Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad) no pudieron prever lo que sabíamos que ocurriría y no se pudo cumplir con los hinchas.
Con idas y vueltas de programación y recorridos, anuncios que luego se cambiaban, argentinos que esperaron en algunos casos un día entero a sus ídolos, no pudieron verlos ni de lejos.
El plantel capitaneado por Lionel Messi llegó en la madrugada de este martes de Qatar. Descansaron unas horas en el predio de la AFA en Ezeiza y a las 10 de la mañana ya estaban listos para salir en la caravana, que arrancó cerca de las 11:30.
Cabe destacar que los jugadores no opinaron sobre la ida o no a Casa Rosada, más allá de lo que informaron medios nacionales de acuerdo a sus intereses ideológicos/económicos. Los futbolistas de la Selección no se meten en política. Y bien que hacen, ya que los políticos argentinos ensucian y rompen todo.
La realidad es que estuvieron cinco horas al rayo del sol sobre un colectivo descubierto y se brindaron con mucho entusiasmo al público. Hasta que la caravana no pudo superar la mitad del recorrido y tuvieron que retirarlos del lugar en helicópteros. Ahora, cada uno está en su casa.
Todo el orden, seriedad y solidaridad que mostró la Selección en Qatar, se pegó de frente contra la realidad argentina. Una muestra de afecto y agradecimiento impresionante del pueblo y una vergonzosa organización de las autoridades gubernamentales.