Ya es conocido lo ocurrido en la interrumpida segunda final del Apertura 2017 que organiza la Asociación Pergaminense de Básquet, con los incidentes originados por la gente de Argentino en Arrecifes cuando perdían 36-19 al promediar el segundo cuarto y sabían que ya era imposible evitar una victoria de Ricardo Gutiérrez. Pero sólo lograron demorarla.
Anoche, en la reanudación del encuentro, a puertas cerradas, el Tricolor le propinó una paliza histórica al equipo más poderoso de la Liga, el que juega el Torneo Federal. Fue 83-67 y la diferencia debió ser mayor, pero en la segunda mitad los dirigidos por Paqui Bóveda se dedicaron a regular la distancia de más de 30 puntos que habían sacado en el reinicio.
La labor colectiva de Ricardo Gutiérrez fue impecable, con rendimientos individuales de altísimo nivel: Pablo Noguera estuvo intratable; Jóse García, lujoso; Adrián Di Lenarda mostró toda su experiencia; Ramiro Sáenz fue una bestia bajo las tablas; Javi Bóveda se hizo dueño de la pelota y condujo el juego con inteligencia, rapidez y precisión y Cuca Meregalli, efectivísimo en los minutos que estuvo en cancha, al igual que Bochatay.
El factor anímico era determinante para la resolución de esta final, con el plantel tricolor volviendo a la cancha cargando con la injusticia que sufrieron por la inexplicable resolución de la APB. Pero se vengaron jugando, no lamentándose ni protestando. Y le dieron un auténtico baile al gran candidato.
Gutiérrez volvió a mostrar ser superior a Argentino (la única baja que tuvo fue Levato, quien tampoco jugará en el desempate de este viernes). Precisamente este viernes se define el título, en Pergamino y con público local (también inexplicable). En condiciones normales, el equipo de Arrecifes debería traerse la copa. Pero lamentablemente todos coinciden en que las condiciones no van a ser normales. Ojalá no sea así.