Este miércoles se desarrollan paros de actividades en diferentes medios de transporte, con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. No funcionan subtes, trenes, barcos ni aviones, en una medida argumentada por los gremios en contra de la propuesta de privatizar Aerolíneas Argentinas.
Lo cierto es que quienes dicen defender a los trabajadores, están perjudicando a la gran mayoría de las personas que realmente trabajan. Así lo hicieron saber centenares de mensajes que se difundieron a través de muchas radios de alcance nacional.
El enojo y rechazo de los ciudadanos comunes a esta medida es muy grande, debido a las complicaciones que les genera ir a trabajar. O directamente no pueden hacerlo sin transporte público.
Hay gente que tiene que gastar hasta el cuádruple de lo que le cuesta a diario viajar a su trabajo, cambiando la plata de lo que gana en el día. Otros pierden el jornal diario que les sirve para sostener a sus familias. Y los que laburan en relación de dependencia, corren riesgo de perder el presentismo. Aparte de las movilizaciones que les complican o les impiden la circulación.
Una realidad es la que viven los líderes sindicales, que raramente trabajen y nadan en la abundancia económica, y otra muy diferente la de quienes dicen representar. Con estas medidas siguen favoreciendo al gobierno de Javier Milei, al que claramente quieren combatir.