Quizás no todos sepan que Fernando Cozza se inició en el fútbol como arquero. Y en el momento en que decidió dejar el arco propio para buscar el rival, jugando más con los pies que con las manos, fue una pena. Fernando era un gran arquero y sin dudas hubiera triunfado en ese puesto. Pero, como siempre, siguió sus convicciones, fue detrás de sus deseos cuando nadie imaginaba que el futuro le iba a deparar casi 2oo goles en primera división.
Fueron 31 años de carrera futbolística, enmarcada en otra parajoda. La inició en Almirante Brown, club con el que siempre se identificó, y la termina en su máximo rival, Huracán, siempre tratado con el mismo respeto por todos los hinchas.
Huracán juega este viernes, a las 22:30 en el Estadio Municipal, su último partido de la Fase Regular del Clausura, ya que en la última fecha quedará libre. Será contra Obras Sanitarias y obligado a ganar para tener chances de clasificarse para los playoffs. Pero sea cual fuera el resultado, Fernando Cozza decidió que será su último partido.
El mismo delantero lo anunció en su perfil de Facebook, donde escribió:
El viernes 17/11/2017 jugaré mi último partido de fútbol en nuestra Liga. Se hizo esperar el hecho de dejar de jugar porque, además de la pasión que siento por este deporte, siempre tenía una zanahoria por delante que me hacía o ayudaba a seguir. Primero fue entrar a una cancha de fútbol con mi hijo, luego que él me viera jugar y finalmente, la meta de llegar a hacer 200 goles en nuestra Liga. Pero desde unos días a esta parte eso perdió un poco de importancia. Hay más factores que hicieron que vea que el número redondo no iba a cambiar mi paso por el fútbol.
Quiero aprovechar para agradecer a los que me acompañaron en el camino, mi familia y en primer lugar. A mi señora, Mercedes, que nunca me dijo dejá o no vayas a entrenar o algo por el estilo; siempre apoyó lo que sabe que es mi pasión y se alegró y amargó junto conmigo. Gracias eternas, gorda.
A mi hijo, Vito, que no quiere que deje: “Papi, son sólo dos más y después dejás”, me dice. Pobre, él cree que tiene en su casa a Martín Palermo. Gracias, Peti.
Luego quiero agradecer a cada uno de los DT que tuve, de todos aprendí algo; de algunos más, otros menos, pero todos dejan algo.
Al Club Atlético Almirante Brown, donde me formé e hice amigos y aprendí ejemplos; al Club Ricardo Gutiérrez, donde tuve la suerte de jugar con mis amigos, con el agadecimiento especial a Cacho Maderal y Daniel Targize, que confiaron en el proyecto. También a la Cosmpolita de Todd y a Lucas Constantino, y donde conocí a Gonzalo Macchiaroli, primero como compañero y luego como DT. Y finalmente, al Club Atlético Huracán de Arrecifes, que me abrió las puertas para cerrar mi paso por el fútbol; allí conocí a su ex presidente Gonzalo Peralta y ahora a Fabián Bernasconi, y en el nombre de ellos saludo a sus comisiones directivas.
Me queda por agradecer a los árbitros: Darío Lopez, a los Muñoz, los Colombo, Víctor Aragón, Pitico, Chamaco, y en nombre de ellos a los demás, con quienes aprendimos a soportarnos dentro de la cancha.
También quiero agradecer a los periodistas Juliano Carbonaro, Pablo Cullen, Chino Nuñez, Diego Amaya y en el nombre de ellos a los demás periodistas por tratarme siempre bien y por difundir siempre este hermoso deporte.
Un saludo grande a todos los compañeros que he tenido dentro del fútbol, es especial a Martín Reddy y el Ruso Franchoni, con quiénes jugué muchos años. Quedan muchos por saludar, pero después de tantos años me sería imposible. Y finalmente a mis compañeros de Huracán, que me bancaron en estos dos últimos años. Se acabó.