Un buen marco de público acompañó anoche, en el auditorio “Atilio Santiago Giraudo” del Centro Cultural, la presentación oficial de la 3ª Vuelta Provincial de Cicloturismo Arrecifes 2018.
Luego de la bienvenida oficial a los presentes a cargo del director de Deportes municipal, Cristhian Davini, José Tenorio precursor de esta prueba en nuestra ciudad, entre fuertes emociones, recordó con mucho afecto en uno de los momentos más emotivos de la noche al joven deportista Santi Quiroga, nombre que lleva la presente edición, anuncio que fue coronado con un sostenido y cerrado aplauso de todos los presentes.
Por último, y tal como se anunciaba en lo previo, la presentación sirvió como una excelente excusa para conocer la historia de vida del abanderado de la prueba, Norberto Catalano, recibido con palabras de la directora de Cultura y Educación, Stella Arzuaga.
Catalano es un deportista no vidente desde los 48 años de edad (hoy tiene 69), maratonista, futbolista, ciclista, fundador de la Asociación Rosarina de Deportes para Ciegos, quien demostró con su relato que la ceguera no le impidió ver un mundo nuevo lleno de oportunidades, en un claro ejemplo de actitud y superación, bajo la consigna “que el ciego no se quede quieto”.
El deportista ciego, contador público de profesión, estará participando del Cicloturismo con bicicleta tándem, de las que utilizan en Rosario en el programa de inclusión “Cita a ciegas”.
La 3ª Vuelta Provincial de Cicloturismo “Santi Quiroga” se realizará el domingo 28 de octubre, pero ya está en marcha.
Inscribite ingresando al Facebook Cicloturismo Arrecifes. Faltando más de dos meses, la prueba ya supera los 500 participantes.
EL EJEMPLO DE CATALANO
Norberto es padre de 5 hijos. Nació en Chivilcoy (Buenos Aires), el 13 de noviembre de 1948. Estudió en la Universidad Nacional de La Plata, graduándose de Contador Público Nacional en 1971.
En su primer año de facultad le dijeron que le quedaban cinco años para quedar ciego. A partir de allí se programó todo para terminar su carrera en ese tiempo y darle una alegría a su madre. Terminó, y seguía viendo. No completamente, pero lo suficiente. Y volvió a reprogramarse, otros cinco años. Así comenzó a trabajar. Y así fue cumpliendo sus objetivos y planteándose otros. La ceguera llegó, pero la voluntad no se fue. Crónica de alguien liberado de los límites de la vista.
Profesor en las Facultades de Ciencias Económicas de la UNLP y de la UCA de La Plata, desde 1971 hasta 1988. Trabajo en la Organización Techint, desde 1972 hasta 1997, año en que quedó ciego total. En 1999, se graduó de Mediador Nacional, en el curso organizado por el Departamento de Graduados de la Facultad de Psicología de la UNR.