En momentos como el que le toca atravesar al Club Deportivo Villa Sanguinetti debe valorarse la importancia de la calma. Sí, de la calma y de la seriedad de la dirigencia encabezada por Adrián Lattanzi para no dudar cuando el equipo navegaba en el fondo de la tabla, no podía ganar y el mal humor y la impaciencia le ganaban a muchos.
Tampoco dudaron los hermanos Diego y Dani Romero, máximos responsables técnicos del nuevo proceso futbolístico. Y nuevos ellos en esta experiencia. Ajustaron lo que creían que tenían que ajustar y el juego pretendido apareció, y con él los resultados.
De estar a más de 10 puntos del líder Sportsman en este mismo torneo, anoche, en el Estadio Municipal “Pablo Zabaleta”, Villa le quitó el invicto de once fechas, le ganó 2 a 0 y se metió en la final de la Liguilla. Impensado, nadie lo creía posible, salvo los propios villenses: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y la hinchada que acompañó en buen número.
El empate 0 a 0 al finalizar el primer tiempo ya invitaba a soñar. Y en el complemento, con goles de Matías Fratino y Lucas Romero, Villa Sanguinetti concretó la victoria más importante del año, redondeando una actuación impecable.
La final de la Liguilla será íntegramente arrecifeña, entre Almirante Brown y Villa. Sportsman volverá a entrar en la discusión contra el ganador de ese partido en la final del Apertura, donde se definirá el campeón.