Paqui Bóveda y Guillermo Sbuttoni, candidatos de Juntos, defendieron la importancia de que el oficialismo renueve las cinco bancas que pone en juego.
El presidente del Concejo Deliberante, Francisco Bóveda, va por su reelección como concejal encabezando la lista de Juntos; Guillermo Sbuttoni, funcionario de Javier Olaeta en Servicios Públicos, ocupa el quinto lugar. Los candidatos del oficialismo local visitaron los estudios de RADIO UNO 107.1 y manifestaron la necesidad de mantener la mayoría en el Cuerpo deliberativo.
-La campaña de los partidos de la oposición se centra en lograr un equilibrio de fuerzas políticas en el Concejo y de tener mayor cantidad de voces, para que los vecinos sean más escuchados y no se imponga siempre la voluntad del oficialismo. ¿Por qué ustedes creen lo contrario?
“Somos parte de un equipo que apoya al Departamento Ejecutivo, nadie desconoce eso. De hecho, llegamos al Concejo Deliberante gracias al Intendente y una de nuestras misiones es apoyar y defender su gestión.
Por eso es importante mantener las cinco bancas que renovamos este año, porque en este camino se ha hecho mucho por Arrecifes en los últimos seis años. La ciudad mejoró enormemente desde que Javier Olaeta llegó a la Municipalidad; por supuesto que falta hacer, pero para ello el Intendente necesita seguir contando con el apoyo del Concejo Deliberante que le da nuestra mayoría”, consideró Bóveda.
Sbuttoni, por su parte, agregó: “Olaeta tiene errores, como cualquier ser humano que hace. Pero no hay ninguna duda de que son muchísimos más sus aciertos; está visto en todas las concreciones que logró y en las obras que sigue encarando. Yo admiro su capacidad de trabajo, su fortaleza y su sensibilidad para atender todas las cuestiones que estén a su alcance. No hay un día que pases por la Municipalidad que no veas la camioneta del Intendente; siempre está presente atendiendo a la gente y solucionando problemas. Por eso, lo menos que merece es nuestro apoyo desde el Concejo”.
Y amplió: “Si tengo la suerte de ocupar una banca no voy a ir a levantar la mano y a decir todo que sí. Voy a exponer mi postura y si veo que algo está mal lo voy a decir, así tenga que observar cuestiones del propio Intendente. Pero repito: estamos convencidos de su trabajo y del éxito de esta gestión y buscamos que siga mejorando, corrigiendo lo que haga falta”.
En ese sentido, ambos coincidieron en que “no vemos mal que se modifique la ley provincial que establece dos mandatos de intendente como máximo. Creemos que hasta dos períodos a veces no alcanzan para cambiar una ciudad y sostener una línea de gobierno. Si se modifica, no hay dudas de que el Negro es la persona indicada para ir por una nueva reelección. En nuestro grupo eso ni se discute. Si no puede volver a presentarse, ahí veremos quién es el que mejor representa la continuidad de esta gestión municipal. Y si en 2023 nos toca irnos del Municipio, queremos dejar las bases sentadas para que se sigan aplicando las mismas políticas de Estado sea quien fuere el que le toque gobernar”.
Consultados sobre si alguno de ellos dos podría suceder a Olaeta en una candidatura a intendente, se diferenciaron. Paqui expresó que “acepto que puedo ser uno de los posibles candidatos, pero no porque yo me autopostule; es la gente la que me va poniendo en ese lugar. Yo estoy absolutamente comprometido con este proyecto y si tengo que ser candidato a intendente, lo seré. Aún me falta aprender, pero considero estar preparado. No obstante, somos varios los potenciales candidatos y eso es muy bueno; lo malo es cuando no tenés ninguno”.
Guillermo, en cambio, reconoció: “Yo no estoy preparado. Conozco mis limitaciones y si bien mi trabajo es planear y ejecutar, no creo tener el equilibrio que tiene Olaeta para manejarse en una función tan difícil. Por el momento sólo aspiro a poder ocupar una banca en el Concejo y, paralelamente, seguir colaborando con esta gestión y con quien le toque reemplazarme en Servicios Públicos, done conformamos un gran equipo de trabajo”.
Acerca del año convulsionado que le tocó vivir en la Presidencia del Concejo Deliberante durante 2020, Bóveda analizó: “Hice una autocrítica y traté de corregir algunos aspectos de mi relación con la oposición. Viví dos años de un Concejo más armónico y los dos últimos con una oposición con actores más combativos. Eso alteró la convivencia, pero hay que adaptarse y lo entendí. El problema es que en una relación hay dos partes que deben construirla: yo puedo tener la mejor buena voluntad, pero si del otro lado no la tienen, si llamo cuatro o cinco veces a un concejal y no me atiende, mucho no puedo hacer. Ya somos grandes y nos damos cuenta cuando a algunos no les interesa llevarse bien”