El intendente de Pergamino, Javier Martínez, le solicitó el 20 de mayo al gobernador Axel Kicillof permiso para abrir locales gastronómicos y de bebidas, hoteles y habilitar algunas actividades deportivas.
No recibió respuesta. Por ello insistió el pasado jueves 28 y espera una contestación, que sabe va a ser negativa por razones obvias. Es que sus pretensiones son absurdas y hasta irresponsables.
Martínez, manifiestamente enfrentado con las políticas nacional y provincial, se adelantó a quejarse de antemano: “Nos parece muy injusto no habilitarlos, por eso vamos a seguir trabajando para que se autoricen. La gente de estos rubros ha hecho mucho esfuerzo y se han preocupado mucho por investigar y elaborar un protocolo. A pesar de haber cumplido con todos los pedidos, no nos están autorizando”.
El mandatario de Cambiemos sabe que lo que pide es imposible, pero intenta quedar bien con los sectores a los que “quiere ayudar” y de paso seguir criticando a Kicillof y a Fernández.
El problema sería si se los autorizan, porque le haría un desastre a la comunidad pergaminense.