Como es de práctica, al finalizar cada ejercicio económico la Municipalidad debe presentar ante el Concejo Deliberante la rendición de cuentas del correspondiente año; o sea, la justificación de en qué se utilizó el dinero disponible. En esta ocasión, como en todos los traspasos de mando, la particularidad fue que el intendente Fernando Bouvier debió presentar la rendición de cuentas de 2023, que hasta el 10 de diciembre tuvo como responsable al exintendente Javier Olaeta.
El Concejo la recibió, al tiempo que solicitó algunos informes sobre los 20 días de 2023 a cargo de la nueva gestión. Y en el análisis en la comisión interna de Presupuesto de toda la documentación recibida, los ediles no se pusieron de acuerdo y elaboraron dos dictámenes diferentes. Uno de ellos fue de los interbloques Juntos-UCR y Juntos-PRO, aprobando la rendición del año pasado y el otro, del resto de los bloques, rechazándola.
En sesión especial celebrada en la noche de este lunes, la rendición resultó rechazada por mayoría de siete votos (Reigosa, Giraudo, Peralta, Di Palma, Tamassi, Azarola y Contreras), contra seis que impulsaban su aprobación (Bóveda, Spago, De Paris, Ferrari, Corral y Salgado). No estuvo presente en la sesión el concejal Gustavo Picoy, y resultó llamativo el voto aprobatorio de Evangelina Salgado, atendiendo los fuertes cuestionamientos a la gestión económica del exintendente Olaeta que realizó el actual, Bouvier, a quien la arquitecta acompaña.
Los argumentos para el rechazo son numerosos y el 90% apuntan al manejo económico de la asministración municipal anterior; también se hace referencia a algunas situaciones que no les quedaron claras a los concejales de la actual gestión, pero se refieren más a decisiones políticas que a cuestionamientos de números.