Sobre el final de la conferencia de prensa tras el triunfo de Argentina sobre Brasil en el Maracaná, sin dar lugar a repreguntas, Lionel Scaloni soltó una bomba: “Una cosa importante que tengo que decir es que ahora toca parar la pelota, tengo muchas cosas que pensar en este tiempo. Estos jugadores me han dado un montón, nos han dado un montón al cuerpo técnico y necesito pensar mucho qué voy a hacer. No es un adiós ni otra cosa, pero necesito pensar porque la vara está muy alta y está complicado seguir, seguir ganando, toca pensar este tiempo, se lo diré al Presidente, a los jugadores, porque esta Selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posibles y que esté bien”.
La inesperada posibilidad de una renuncia del entrenador del exitoso proyecto preocupó a todos y dejó la intriga sobre el o los motivos, que luego trascendieron.
Enseguida, el entrenador de la Selección Argentina de fútbol, se reunió durante más de una hora con el presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia.
“Vamos a sacarnos la última foto”, le dijo Scaloni a su cuerpo técnico luego de ese encuentro.
LOS MOTIVOS DE LA BRONCA DE SCALONI
Luego del Mundial de Qatar, el entrenador pensó que todo iba a fluir en una buena relación con la dirigencia y se encontró con que no era así. Durante más de dos meses estuvo negociando su contrato, que firmó el 27 de febrero, con desgastantes idas y vueltas en las que se consideró manoseado.
También hubo problemas por el reparto de premios del Mundial y de la Finalísima con el resto del cuerpo técnico, que Scaloni salió a defender.
El DT pidió que Panamá y Curacao no fueran los rivales de los partidos amistosos de celebración del Mundial y no le hicieron caso. Fueron esos dos.
Scaloni pidió no viajar al interiuor del país para jugar contra Uruguay por las Eliminatorias y tampoco le dieorn bola. Designaron al estadio Mario Kempes de Córdoba, y cuando el entrenador y los jugadores se plantaron recién cambiaron a la cancha de Boca.
Otro cruce entre el técnico y el presidente de AFA se produjo cuando Tapia le pidió que el plantel se saque una foto con el candidato a presidente Sergio Massa y Scaloni se negó, junto con los jugadores, argumentando que la Selección es de todos y que no querían tomar partido por nadie. Chiqui también le recriminó no haberse expresado en contra de Javier Milei en el tema de la posibilidad de que los clubes pasen a ser sociedades anónimas.
La gota que rebasó el vaso cayó anoche, cuando a los jugadores y a los integrantes del cuerpo técnico no les dieron las entradas que pidieron para el Maracaná. Eso generó que familiares de los jugadores tuvieran que convivir con barras que viajaron desde la Argentina en la tribuna donde se produjeron los incidentes.
La suma de todos estos conflictos entre Scaloni y Tapia hizo que el entrenador decidiera tomarse un tiempo para analizar su continuidad. Hoy no tiene ganas de seguir.