La Cámara de Casación Penal de Entre Ríos ordenó la inmediata detención del ex gobernador peronista Sergio Urribarri para que cumpla una condena a ocho años de prisión por corrupción.
El ex mandatario entrerriano fue detenido poco después en la localidad de Concordia, desde donde era trasladado a Paraná.
Urribarri, que fue embajador argentino en Israel durante el gobierno de Alberto Fernández, fue condenado en 2022 a ocho años de prisión e inhabilitado a perpetuidad para ejercer cargos públicos en una investigación por desvío de fondos públicos para hacer campaña.
Esa condena fue confirmada en 2023 por la Cámara de Casación entrerriana, pero Urribarri presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y espera que el máximo tribunal tome el caso y revierta el fallo. Está en la misma instancia judicial que Cristina Fernández de Kirchner.
El Ministerio Público Fiscal había solicitado que se dictara la prisión preventiva para Urribarri, algo que anteriormente el Tribunal había rechazado. Pero la fiscalía apeló y logró que se ordene la detención y traslado a una cárcel.
La decisión también alcanza al cuñado de Urribarri, el ex funcionario Juan Pablo Aguilera que fue condenado a seis años de prisión. Esa misma pena recibió el ex ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez,
La fiscalía había advertido que los condenados cuentan con “facilidades (…) para abandonar el país o permanecer ocultos: se trata de personas con recursos económicos, que además se encuentran íntimamente vinculados a personas que pueden ayudarlos económicamente, que tienen capacidad para trasladarse de un lugar a otro y vínculos en el extranjero”.