Ocho efectivos de la Policía Bonaerense fueron detenidos en el marco de dos causas penales por robos agravados y privación ilegítima de la libertad y por venta de estupefacientes durante más de 20 allanamientos simultáneos en las ciudades de San Nicolás y Ramallo, en los que se secuestraron teléfonos celulares, cocaína, marihuana y éxtasis, como así también armas de fuego, informaron fuentes policiales y judiciales.
Las detenciones, concretadas hace un par de semanas, fueron solicitadas por dos fiscalías del Departamento Judicial de San Nicolás y realizadas por personal de la Policía Federal Argentina (PFA). Los investigadores aseguraron que en el marco de una de las causas, un comisario se suicidó al suponer que lo iban a detener y hasta le envió un video por WhatsApp a su esposa relatando los motivos de su decisión.
También fueron detenidas otras tres personas que no tienen que ver con la policía.
Según informó la agencia Télam, una de las investigaciones comenzó en julio del 2022 tras el robo a una vivienda en la ciudad de Ramallo. Luego esta banda de policías también perpetró asaltos en San Nicolás y en Arrecifes.
Si bien los delincuentes consiguieron escapar en ese hecho en Ramallo, los pesquisas lograron el secuestro de un teléfono celular de uno de los sospechosos que participó del hecho, del que se extrajo información sobre una banda criminal integrada por policías y civiles, dijeron las fuentes.
En el marco de la pesquisa, el fiscal Patricio Mugica Díaz, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 14 de San Nicolás, dispuso una serie de medidas y determinó la participación de cinco policías y tres civiles como integrantes de la organización criminal.
Los investigadores confirmaron que los policías detenidos son Lucas Rubén Artioli (quien se presume que era el jefe de la organización), Matías Alberto Godoy, Claudio David Báez, Juan Ramón Reinoso y Walter Ramón Espinoza.
También fueron apresadas tres personas de apellido Gómez, Ponce y Albornoz, aseguraron los voceros de la pesquisa.
Fuentes judiciales confirmaron a Télam que, mientras se llevó a cabo la investigación de esta causa, un comisario de apellido Olivera se suicidó cuando la Justicia ordenó un allanamiento en su vivienda, ya que suponía que lo iban a detener. El propio comisario Olivera, antes de permitir el ingreso de los investigadores de la Federal, graba un video por WhatsApp y se lo envía a su esposa, donde asume encontrarse relacionado directamente “con la causa de teniente primero Artioli”. Si bien ese comisario estaba mencionado en el expediente, por el momento no se había dispuesto su detención.
En el expediente judicial se determinó que esta banda cometió al menos seis casos de robos y hurtos en la zona de Ramallo, Arrecifes y San Nicolás.