Matías Arean es el joven de Arrecifes que resultó detenido en la madrugada de este domingo en un confuso hecho de tránsito informado por la Policía de Arrecifes en un parte de prensa. Arean manejaba un Renault Clío de su propiedad, acompañado por su amigo Ignacio Bloise, policía arrecifeño que cumple funciones en la Comisaría de San Antonio de Areco. Ambos fueron aprehendidos por “Desobediencia, atentado y resistencia a la autoridad” (ver nota).
Las identidades de los jóvenes que estuvieron presos hasta pasado el mediodía del domingo no fueron informadas por Policía. No obstante, ellos decidieron presentarse esta mañana en Radio Uno (107.1) para dar la cara, sorprendidos e indignados, y relatar su versión, que difiere sustancialmente de lo señalado en el parte policial.
“JURAMOS QUE NO HICIMOS NADA”
Matías Arean comienza contando: “Nada de lo que dice el informe policial es verdad. Realmente no entiendo por qué actuaron de esa manera con nosotros y por qué mienten después en la información. Yo manejaba y no venía a alta velocidad por la Avenida Merlassino, como dice la policía. Ni siquiera venía por la avenida, ya que circulaba por Ramón Lorenzo y doblé en Merlassino, donde había otro Clío estacionado sobre la esquina y me lo choqué, distraído. Asumo mi responsabilidad por ese hecho y me hago cargo: veníamos charlando con mi amigo y fue un momento de distracción, una pelotudez, como quieran llamarlo. Tampoco fue un golpe importante ni me choqué dos autos. El Clío que me llevé por delante, con el envión le pegó a un Escort que estaba pegado a él. Y si uno ve mi auto se da cuenta que no fue a gran velocidad ni mucho menos. Pero reitero: me hago cargo de eso, tengo todos los papeles en regla, me los pidieron en el control policial que estaba 20 metros más adelante y se los di. Conozco al dueño del auto que choqué y se arregla con el seguro. Fue un choque común y nada de lo que pasó después se justifica ni se entiende”.
Según relataron ambos, la primera intervención de los efectivos que estaban realizando el operativo de control en Avenida Merlassino fue normal, correcto, cumpliendo con su trabajo ante el accidente: “Estábamos hablando bien con ellos, nunca nos resistimos al procedimiento ni mucho menos. Es más: me hicieron el control de alcoholemia y me dio negativo”, cuenta Arean y agrega: “En un momento yo escucho una discusión entre una agente policial y mi amigo, al que ella estaba insultando, por lo que intervengo y le pido que nos vayamos. Fue ahí que llegó otro móvil con policías e infantes y siento un golpe de atrás en mi cabeza, que me voltea y caigo al piso. Un infante me quería sacar los papeles del auto que yo aún tenía en mi mano y no se los quería dar, tenía miedo de perderlos, estaba tirado en la calle producto de ese golpe. A mí amigo también le pegaron en la cara y cayó al suelo; lo esposaron, después me esposaron también a mí y nos llevaron detenidos. Juramos que no hicimos nada”.
“La chica policía, mientras nos trasladaban, iba pegándole trompadas al vidrio del móvil y gritando desaforada. Un compañero intentaba calmarla. Y cuando llegamos al Hospital a que nos revisen, antes de ir a la Comisaría, escuché que ella gritaba ‘¡me lastimó, me lastimó!’, cuando fue ella la que se lastimó sola la mano, no sé si a propósito. Ninguno de nosotros agredió a ella ni a nadie”, añade Arean.
El policía Bloise interviene en la charla al aire de la 107.1, indignado y con lágrimas en los ojos: “Yo soy policía, trabajo de esto y entiendo a mis colegas. Por eso en ningún momento ni me rebelé ni me resistí. Sólo respondí verbalmente a los insultos de esta chica policía que es de Colón, que me decía de todo. Quizás le dije algo que a ella no le gustó y por eso reaccionó sacada, pero siempre estuve con mis manos en los bolsillos; en ningún momento agredí a nadie. Me esposaron violentamente, me lastimaron un brazo y después nos llevaron a los dos. Después de tenernos en la Comisaría detenidos y esposados hasta el mediodía, como dos delincuentes, me dijeron que yo había sido desafectado de la fuerza policial, que fuera a buscar mi arma reglamentaria, los cargadores, las municiones y la ropa y las entregara. Cumplí como corresponde y lo hice. Lo grave de esto es que no es cierto de lo que se nos acusa, y que yo estoy perdiendo mi trabajo y mi familia sin haber hecho nada”.
Los jóvenes manifestaron que presentarán su denuncia en la Fiscalía y que apelan a las imágenes de las cámaras de seguridad: “Justo arriba nuestro había cámaras. Las imágenes demostrarán que lo que estamos diciendo es la verdad. Esperemos que no las borren”, reclamaron.
“Duele mucho que nos ensucien de esta manera y nos cuesta entender el motivo. Para mí fue un mal momento, ya pasó, porque la gente que me conoce sabe cómo soy. Hasta ese día jamás había tenido una entrada en la Comisaría y es la primera vez en mi vida que choco. Pero quiero salir en defensa de mi amigo porque está perdiendo su trabajo de una forma absolutamente injusta, y cualquiera pude averiguar qué clase de efectivo policial es: cumplidor, responsable, con un legajo intachable. No se merece esto que está viviendo”, cerró Arean.