Entre otros aspectos que se presentaron en este paro general nacional convocado por la CGT, tan discutido, en Arrecifes estaba en juego la comida de unos 200 niños que asisten a distintos comedores escolares, mucho de los cuales sólo reciben su escaso alimento diario allí.
La situación se presentaba complicada, porque muchos auxiliares docentes (los encargados del almuerzo) paraban y otros tantos presentaron una licencia médica simulada para que no le descuenten el día de paro. (Un tema para discutir aparte son los médicos de Arrecifes que firman esas licencias truchas)
Ante ese panorama, la actuación de los integrantes del Consejo Escolar de Arrecifes fue ejemplar. De los seis, de todos los partidos políticos que lo integran.
El cuerpo de consejeros escolares se dividió en grupos para organizar el trabajo y fue a los distintos establecimientos para suplir a los auxiliares docentes que no trabajaron y que los chicos no se queden sin comer.
Alesia Toimil, Matías Acosta, Roxana Valdatta, Carlos Lette, Luis Lombard y Juan Carlos Alustiza, acompañados también por la secretaria del Consejo, Soledad Rodríguez Costa, se dirigieron al CEC 803 de La Cumbre, al CEC 802 de Villa Sanguinetti, a la Escuela Nº 29 y a la Escuela de Educación Especial Nº 501 y se pusieron a cocinar y a servirle la comida a los chicos.
En una época innegablemente difícil, donde hay trabajadores que no la están pasando bien, también hay chicos que si no se alimentan en los comedores, no comen. Quien decide hacer paro en protesta por esta situación, es respetable. El que pasa una licencia mentirosa por enfermedad, es condenable. Pero quizás más respetable es el derecho y la necesidad de un niño de alimentarse.
Muchas veces criticamos a la política mal ejercida y a los políticos. Esta vez, creemos necesario destacar a los seis consejeros escolares de Arrecifes, que dejaron de lado sus diferencias partidarias o ideológicas e hicieron lo que hace toda persona de bien.