Desde hace mucho tiempo se desarrolla en Arrecifes un programa del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires de prevención y salud comunitaria.
El sistema de salud pública bonaerense dispone de jóvenes promotores comunitarios que, en este caso, realizan una campaña de control de presión y glucemia en personas que deseen realizarse esos chequeos.
En este contexto, es habitual ver a esos jóvenes con chalecos del Ministerio de Salud tomando la presión a los vecinos, por ejemplo, en la puerta de los bancos, mientras la gente hace cola esperando. Es un servicio -por supuesto, totalmente gratuito- que aprovechan muchas personas.
El hecho insólito, y preocupante, se produjo en la mañana del último martes, cuando chicas de este servicio se encontraban tomando la tensión arterial en la esquina del Banco Nación y de repente fueron abordadas por policías de Arrecifes que llegaron en un patrullero.
Les preguntaron quiénes eran y qué hacían ahí. Raro, siendo que toda la comunidad sabe de qué se trata y que estaban identificadas con chalecos del Ministerio. Las trabajadoras de la salud les explicaron a los uniformados, pero éstos igualmente les ordenaron que debían retirarse, que no podían estar ahí, y les dijeron que el responsable de esa campaña debía presentarse en la Comisaría. Las chicas acataron la directiva policial y se fueron.
Luego, el coordinador del operativo, Pehuen Tamasso Benedetti, se dirigió a la Comisaría y allí le dijeron que “la gerenta del Banco Nación llamó a la policía porque no quería que estén allí”.
Esta mañana, el mismo Tamasso se dirigió al Banco Nación y se entrevistó con la gerenta, para conocer los motivos de su supuesto llamado a la policía, hecho que la funcionaria bancaria negó enfáticamente: “Yo no llamé a nadie”.
“Es más; me puse contenta cuando vi a las chicas tomando la presión. Me dije qué bueno que estén acá, que hay mucha gente a la que puede serle útil ese servicio”, añadió la gerenta. Y por las dudas, consultó si alguien del Banco había llamado, ratificando que nadie lo había hecho.
Confuso, sorprendente, innecesario y preocupante. Seguramente nunca se sabrá por qué la policía actuó así ni quién realmente dio esa orden.