El crecimiento de Agustín Canapino en el año que lleva corriendo en IndyCar, manejando por primera vez un auto de fórmula tras su salto abrupto desde el TC y TC 2000 argentinos, es tan grande como sorprendente. Para tener una dimensión de lo que está logrando el arrecifeño, es preciso compararlo con otros pilotos del mundo que en los últimos tiempos han accedido tanto a la Indy como a la Fórmula 1.
En este sentido, Theo Pourchaire, el actual campeón de la Fórmula 2 FIA (en la que actualmente compite Franco Colapinto) e integrante de la academia Sauber (suena para ser parte de la F-1 en el regreso de este equipo en 2025), debutó en IndyCar en la última carrera de Alabama y quedó detrás de Agustín tanto en las pruebas de clasificación como en la carrera, corriendo con un Arrows-McLaren contra el Juncos Hollinger del argentino.
Por otra parte, un piloto con menos logros que el francés, Logan Sargeant (cuarto en el campeonato 2022 de la Fórmula 2), desde el año pasado corre en Fórmula 1 para Williams y consiguió un 10º puesto en el GP de Estados Unidos, además de ser 11º en Inglaterra y Brasil.
Con estas comparaciones, es hipotético imaginar lo que podría dar Canapino en F-1, porque es una categoría diferente de la Indy en características de los autos y en reglamentos. No se puede definir si es mejor o peor; pero a la luz de estos resultados, aparece como más dificil la Indy. Al menos, en la categoría estadounidense, Agustín está al nivel de las nuevas estrellas mundiales.
Vale también ver lo que está haciendo referenciándose en su compañero del equipo JHR, Romain Grosjean. En promedio, lo vienen separando apenas 2 décimas del experimentado suizo-francés, quien corrió diez años y 180 grandes premios en Fórmula 1, además de acumular 51 carreras en la Indy, donde va por su cuarta temporada.
Respecto de la pregunta del título de esta nota, con preparación y adaptación como lo hizo en IndyCar, la respuesta es definitivamente un SÍ: Agustín Canapino estaría en condiciones de correr en F-1 sin desentonar.