La limitación del horario de cierre de comercios a las 18:00 (después extendida hasta las 19:00 de lunes a viernes), sin dudas no ha dado los resultados esperados en Arrecifes.
A casi un mes de haber adoptado esa medida, los contagios de Covid no sólo no disminuyeron sino que aumentaron. Y con el sol cayendo más tarde tampoco se logró el objetivo de disuadir el tránsito por las calles de la ciudad.
Los últimos fines de semana, cuando los comercios siguen cerrando a las 18:00, después de ese horario se puede observar a gran cantidad de gente circulando por las calles, la mayoría paseando o yendo a encontrarse con familiares y/o amigos. Esas costumbres no han cambiado con la limitación del horario de los negocios.
Incluso este sábado vendedores y compradores ambulantes circulaban por algunos barrios ofreciendo sus productos o proponiendo adquisiciones mediante altavoces. ¿Tiene lógica, entonces, sostener esta controvertida medida?
Algún funcionario municipal comentó: “Si dejamos abrir, porque dejamos abrir; si no permitimos, porque no permitimos. La gente siempre se queja, nunca vas a conformar a todos”. Eso es cierto, pero quizás no se trate de conformar a todos ni guiarse por las redes sociales sino de aplicar el sentido común.