Tras llegar segundo en la final del Super TC2000 en San Nicolás y tomar distancia en la punta del campeonato, en la misma noche del domingo se subió a un avión rumbo a Houston. Y de ahí, otro vuelo a Indianápolis, adonde arribó este lunes y mañana girará todo el día en el simulador de Dallara con un Cadillac de la categoría IMSA.
El arrecifeño fue invitado por el argentino Ricardo Juncos, dueño de un equipo de IndyCar y que debutará en IMSA en 2019.
“Todavía no existe la posibilidad de correr una carrera. Esto es sólo una prueba pero estoy muy feliz. Es un sueño”, dijo Agustín.
Para Canapino esta prueba es una especie de examen sobre un auto de esas características, a ver cómo se adapta, según la intención de Juncos. No es la primera vez que al mejor piloto del país lo solicitan desde el exterior. Claro que una carrera en la IMSA cuesta algo así como 200.000 dólares, aunque General Motors Latinoamérica no descarta brindarle su apoyo.
Luego de este ensayo, el de Arrecifes volverá el miércoles de Houston a Buenos Aires y de ahí saldrá rumbo a Toay, La Pampa, para correr en una nueva fecha de la Copa de Oro de TC, donde pelea un nuevo campeonato.